El tope nacional recibió este miércoles a un montón de jinetes que lucieron a sus rucos y sus mejores galas en las principales calles de San José.
Uno de ellos fue el joven Eduardo Ureña Delgado, lo vacilón es que este vecino de Pérez Zeledón en lugar de montar un caballo se paseó con su burrita Trini, convirtiéndose ambos en una de las imágenes más coloridas del recorrido, que comenzó en plaza González Víquez, pasó por toda la avenida segunda y terminó en paseo Colón.
Tanto el pezeteño como su animalito no se dieron por menos y a pesar de que en tamaño muchos de los caballos casi que los doblaban, hicieron el desfile como Dios manda. Con una buena sonrisa en la cara.
“Quise venir en algo diferente, la gente está acostumbrada a ver solo caballos y con esto pueden comprobar que hay más posibilidades para venir y disfrutar. Me han hecho algunas bromas pero lo veo por el lado positivo”, comentó.
Eso sí, ya al rato lo cansaron un toque porque todo mundo le decía lo mismo.
“Lo más popular es la canción ‘El burrito sabanero’ porque ya me tienen mareado con eso, pero lo veo como algo normal, más bien me alegra que me tomen importancia y les gusta en lo que vine al tope”, aseguró el joven que monta a la burrita desde hace cinco años.
Eduardo contó que desde que le regalaron al animalito han hecho buena yunta y que no es cualquiera el que se anima a montar a un burra en medio de un molote de gente y de caballos.
“Mi abuelo la crió desde pequeña, pero al ver que yo tenía tanto interés por ella me la regaló. Es mucha la diferencia con un caballo porque la burra es más terca, es más difícil de maniobrar porque no le gusta hacer lo que el jinete le ordena. En cambio un caballo es muy dócil, se necesita mucha más práctica para poder manejar a una burra”, señaló.
Sin ver a Johnny
A pesar de que la mayoría de gente que asistió al tope salió contenta por lo organizado que estuvo el evento y por la buena cantidad de caballistas que participaron, hubo una señora que se quedó con las ganas de ver nada más y nada menos que al alcalde de San José, Johnny Araya.
Esa fue doña Marielos Sibaja, quien llegó en compañía de sus hijos Freddy y Johanna, así como de unas amistades a disfrutar del evento. Señaló que estaba muy feliz e ilusionada de toparse con el político y cuando le contamos que ya había pasado por donde ella estaba, hasta que le cambió la cara.
“Siempre vengo con mi familia y esta vez vine pensando en buscar a Johnny Araya para saludarlo porque me parece un hombre muy elegante y ha sido el mejor alcalde que ha tenido San José, lástima que no lo pude ver para decirle que este tope ha estado precioso”, comentó.
Según Senasa, no hubo ningún animalito que tuviera que ser retirado del evento.