El programa de comedia “La dulce vida”, que fue todo un pegue en 1988, volverá a la pantalla, pero con un nuevo formato.

En aquel entonces fue el humorista Norval Calvo, junto con su amigo Carlos Blanco (participaron a dúo), quienes ganaron el concurso y 30 años después será el mismo imitador y director de Pelando el ojo quien conduzca el programa que pasará por canal 6. El espacio original se transmitió por Univisión canal 2.

El productor Frederick Fallas contó que la idea es que salga al aire muy pronto, una vez a la semana, y por eso andan en busca de los humoristas, comediantes y expertos en stand up comedy que quieran participar.

Precisamente, este martes 8 de enero realizarán un segundo casting pues la idea es tener unos 50 participantes para que el programa se extienda bastante.

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La primera convocatoria fue en diciembre pasado y, según contó Fallas, estuvo bastante concurrida pues se llegó gente de todos lados a probar suerte.

“En el primer casting tuvimos más de 90 personas y de esos vimos que por lo menos 30 son muy buenos”, dijo.

La pruebas de este martes se realizarán de 8 a.m. a 5 p.m. en las instalaciones de Repretel, en la Uruca, y cada persona tendrá 3 minutos para contar sus chistes, hacer un monólogo, imitaciones o un stand up comedy.

En este viejo programa también se dieron a conocer humoristas como Carlos Ramos, el Porcionzón, así como, Franklin Vargas, quien formó parte del equipo de humoristas de los Toros del 6.

Misma esencia, pero con formato nuevo

Los que lleguen a mostrar su talento humorístico serán evaluados por el propio Norval, quien estará a cargo de medir la gracia y el humor; por Mario Alfaro, quien calificará el talento, mientras que Frederick Fallas valorará el aspecto de imagen y todo lo que tenga que ver con el manejo de cámaras y la televisión.

Eso sí, el productor del espacio aclaró que no necesariamente se necesita tener experiencia frente a cámaras, lo importante es que sepan desenvolverse.

“Queremos celebrar los treinta años de este formato que fue muy bueno y queremos revivirlo para que las nuevas generaciones también conozcan el programa, vamos a cambiar el formato un poco y actualizarlo. Ya tenemos algunos que están de fijo para el programa, pero necesitamos más opciones”, explicó.

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Fallas, además, señaló que no importa si llegan disfrazados o personificando a alguien, pues lo importante es que sepa contar chistes y que estos provoquen risas.

En el formato original de La dulce vida, se presentaban cuatro participantes por programa; sin embargo, puede que en esta nueva versión eso cambie.

Lo que sí se mantendrá es que los tres mejores de todos los programas se ganan un boleto a la gran final para intentar dejarse la platica del premio, cuyo monto aún no está definido.