Un año y medio después de haber entrado al mundo del cine XXX, Pamela Ríos habla a calzón quitado acerca de cómo es la industria mexicana de películas para adultos.
Los nervios que sentía cuando empezaba ese trabajo se han transformado y sin reparo suelta que para ella el cine porno que se hace en ese país es “divertido, vicioso y muy mexicano”.
Para Pamela Ríos, hacer películas porno es algo que disfruta mucho, no lo ve como un trabajo y asegura, tras analizarlo un poco, que sí, se ha vuelto vicioso porque cada vez hay más gente que lo está viendo.
Pamela Ríos se considera una mujer madura, le gusta que la vean, llamar la atención, se sabe sexy y atractiva.
- ¿Se vuelve un vicio o es solo un trabajo?
- Creo que para mí es un gusto, me gusta mucho hacerlo. Un vicio no, aunque quizá sí sea un vicio por ser una exhibicionista, me gusta que la gente me vea, que voltee a mirarme, no como Pamela, sino como la mujer sexy que soy o que me siento. No lo siento como trabajo, más bien como un gusto.
- ¿La edad limita para seguir haciendo cine porno?
- Depende de cada persona, de cómo te sientas, tu estado emocional, físico. Va mucho de la mano de tus seguidores y como te sientas, no hay edad ni tiempo para hacer las películas, podrías hacerlas quince años, pero quién sabe hasta cuándo es uno mismo. Esta carrera es más mental que física, puedes estar físicamente muy bien, pero si ya no te da, pues ya no sigues. También lo que influya la familia.
- ¿A Pamela Ríos le falta algo por hacer en la industria de las películas porno?
- No, no creo, todo va a su tiempo. Voy haciendo los proyectos poco a poco y seleccionando lo que me gusta, hasta ahorita no se me han propuesto hacer algo que no me guste.