Un policía alemán fue declarado culpable de agresión sexual por quitarse el condón durante el acto sexual sin el consentimiento de su pareja, un acto conocido como “stealthing”, en lo que se cree es el primer caso de este tipo en Alemania.
El acusado, de 36 años, fue hallado culpable en un tribunal local en Berlín el 11 de diciembre, después de haber cometido la ofensa en su departamento de la capital alemana el 18 de noviembre de 2017, dijo la portavoz del tribunal de Berlín, Lisa Jani.
El hombre fue sentenciado a ocho meses de cárcel y a pagar una multa de 3.000 euros (3.400 dólares, poco más de dos millones de colones) por daños, además de 96 euros (más de 65 mil colones) para pagar una prueba de salud sexual a la víctima.
La víctima dijo al tribunal que "había solicitado explícitamente" que el hombre se pusiera un condón y no dio su consentimiento para mantener relaciones sexuales sin protección. Añadió que se dio cuenta de que el hombre no había usado condón solo cuando este eyaculó, según Jani.
La mujer salió enojada de su apartamento, preocupada de que pudiera haber contraído una enfermedad de transmisión sexual y llamó a la policía.
El "stealthing" es objeto de continuos debates jurídicos y lingüísticos a nivel mundial. El juicio solo ha sido posible en Alemania desde que se reformaron las leyes sobre delitos sexuales en el país en 2016, otorgando mayor importancia al consentimiento cuando se plantean reclamos por agresión sexual.
En 2017, un hombre fue declarado culpable de violación en el tribunal penal de Lausana, Suiza, después de quitarse el condón durante una relación sexual sin el conocimiento de su pareja.
Un fallo de la Corte Suprema de Canadá de 2014 también confirmó la condena por agresión sexual contra un hombre que perforó un condón sin el conocimiento de su pareja sexual.
Previamente, había sido condenado por agresión sexual con agravantes y condenado a 18 meses de prisión.
El oficial de policía en el caso alemán fue juzgado por violación, pero señaló que el tribunal lo declaró culpable de agresión sexual.
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Si bien el tribunal consideró que su acto de “stealthing” no era consentido, las relaciones sexuales en sí mismas se consideraron consentidas.
Si el hombre hubiera sido declarado culpable de violación, habría enfrentado una condena de al menos dos años de prisión, la pena mínima legal en Alemania.
Jani, sin embargo, señaló que el juicio sobre "stealthing" sigue siendo un área gris, ya que, según lo que sabe, es la primera persona condenada por el delito en Alemania.
"No hay ningún precedente en el que puedan confiar los jueces", dijo a CNN.
El hombre se defendió con el argumento de que el condón se había roto, lo que provocó que se lo quitara por completo. También afirmó que eyaculó fuera del cuerpo de la mujer, lo que la víctima niega.
El acusado ha declarado que apelará el veredicto ante uno de los dos tribunales superiores de Berlín, por lo que el resultado final aún no está determinado.