Este sábado 22 de setiembre vimos algo en el programa Sábado Feliz que nos dejó claro que a Mauricio Hoffman aún le falta aprender mucho como animador de un programa de concursos que, como este, está dirigido a gente humilde.
¡Por favor! Que alguien en Canal 7 (o donde sea) le cuente a Mauricio quiénes fueron Carlos Alberto Patiño y Luis Fernando Crespi, dos de los más grandes animadores de programas de concursos que ha tenido Costa Rica. Sí, fue hace muchos años pero resulta que el sentido común jamás pasa de moda y hay que buscar siempre la forma de aprender de quienes sabían el oficio.
Resulta que el sábado, en una parte del programa, Mauricio tuvo como concursante a una adulta mayor que con mucho amor luchó por hacer bien las cosas en el concurso y llevarse el premio, pero Hoffman no la trató con cariño y creemos que hasta este momento se dio cuenta de que la señora, al parecer, no sabía leer ni escribir. Por eso no acataba a entender del todo de qué iba el concurso.
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El presentador la presionó para que respondiera y la presionó duro hasta que la señora terminó perdiendo. Eso no se hace.
Jamás vamos a olvidar a Luis Fernando Crespi, quien una vez, durante un concurso vía telefónica, al darse cuenta que al otro lado de la línea había una concursante en silla de ruedas, tomó la decisión, cargada de sentido común, de regalarle el premio sin presionarla para que lo hiciera rápido. Fue mucho sentido común y mucho buen corazón.
Lo decimos de nuevo. Mauricio Hoffman tiene mucho que aprender de los maestros de la animación nacional.