Don Marco Antonio Calvo tiene 76 años y en su vida ha trabajado como informático y como vendedor de quesos, es vecino de Moravia, tiene tres hijos, la misma cantidad de nietos y está casado.
A ese currículum ahora se le debe agregar un nuevo oficio: actor, porque desde este 11 de octubre aparecerá en la gran pantalla.
Calvo es el encargado de darle vida a Eugenio. el personaje principal de la película “El Baile de la Gacela”, que se estrenará esta semana en los principales cines del país.
A diferencia de su personaje, don Marco es entrador, no le tiene miedo a nada y en lugar de haber aprendido de Eugenio, siente que fue él quien le dejó enseñanzas a todos los adultos mayores que sienten que la vida se les acabó cuando ya se ven algunas canas y la cara un poco más arrugada.
La cinta combina el baile, el amor y un mensaje positivo de que si se quiere, todo se puede.
El vecino de Moravia contó que para él fue una bonita experiencia, fue seleccionado para el papel hace cuatro años y mientras empezaban a grabar se dedicó a pulir las facultades que tenía desde chiquillo.
– ¿Cómo fue que inició en la actuación?
Desde chiquitillo jugaba a ser actor, en la escuela y en la universidad estuve en unas obras de teatro. Siempre me gustó, hasta tenía personajes propios para vacilar en familia. Siempre estuvo presente en mí el estar actuando, viviendo experiencias ajenas o inventadas. Me metí con la 1/2 Docena que eran amigos de mi hijo, hice algunos “sketch” y me puse a buscar algunos casting y salió lo de este proyecto.
– ¿Qué siente que vieron en usted para escogerlo como protagonista?
El casting fue muy duro, el director (Iván Porras) y yo andábamos buscando algo así, coincidimos en el espíritu de lo que queríamos. Fue un proceso largo porque él me seleccionó como protagonista, pero había que esperar un poco, al final duró cuatro años todo ese proceso. Me dio tiempo para refinar lo que había aprendido antes y llevar talleres de actuación.
– ¿Se le hizo larga larga la espera desde que lo escogieron hasta el estreno de la peli?
No, estaba muy seguro y contento con lo que sabía, si se hubiera filmado antes habría estado feliz, pero no tan confiado.
– ¿Se parecen usted y Eugenio?
No, yo siempre me he considerado una persona agresiva para salir adelante, para tomar las oportunidades, algo que le falta al personaje. Nunca me puse a pensar en por qué me escogieron, no, yo sabía que eso era lo mío y me puse a pulirlo.
– ¿Le gustaba bailar?
Sí, pero me casé y no seguí bailando en salones, ya ahora lo hago muy poco.
– ¿Qué la parece la trama?
La trama es muy humana, al entrar a la edad adulta viene una realización por todo lo que se ha hecho o, de lo contrario, una frustración que lleva al fin. Todos los pendientes que se tengan internamente o se sacan adelante o te vuelves un viejo gruñón, entonces eso me gustó. En mi vida personal yo he dado pasos en ese sentido, comparto con mi familia, sigo con mis proyectos. En el caso de Eugenio, él es viudo y la nieta lo empujó a un cambio y dijo que se iba a meter a un campeonato de baile a ganarlo y ahí la trama se desarrolla muy bonito, queda el mensaje de que hay que enterrar el pasado y disfrutar el presente que le queda.