La chef Jill Paer pasó una Navidad y un Año Nuevo con las pilas bajas, muy triste, por la muerte de su cabrita Copo de nieve.
La exparticipante de Tu cara me suena tuvo que poner a dormir a su mascota luego de estar con ella durante 18 años debido a que tenía una enfermedad degenerativa.
“Ella era mi bebé grande, más bien estuvo conmigo por mucho tiempo porque según sé, las cabras pueden llegar a vivir veinte años pero muy bien cuidadas, la mayoría llega apenas a doce. Empezó a renquear hace como dos meses y tratamos de darle calidad de vida pero ya no se pudo más, el veinticuatro cayó y no se pudo levantar y ya el treinta y uno tuvimos que ponerla a dormir”, aseguró Paer, quien estaba haciendo una especie de invento casero para que su cabrita siguiera caminando, pero no le dio tiempo.
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Jill contó que siente un gran vacío a pesar de que tiene otros animalitos en su casa, pero es que Copo de nieve era su consentida. En los últimos de vida pudo dedicarle más tiempo para ver si lograba hacer que se sintiera mejor.
“Ella me alegraba la vida, siento como un vacío porque mi organismo aún no se acostumbra a no verla. Era parte de mi vida y por eso he estado un poco triste”, dijo.
Por ahora, para la chef es muy prematuro hablar de conseguir a otra cabrita aunque ya parece que llegó otro animal que le saca una que otra sonrisa.
“Justo hace unos días me llegó una gata sin dueño, de color blanco con gris, igual que Copo de nieve. Ella por ahora me hace compañía porque tan rápido no quiero tener otra cabra”, afirmó.
La cabra había sido un regalo para las sobrinas de Jill de parte del dueño de una granja, pero como ellas no tenían espacio, Paer la adoptó y la hizo parte de su familia. Al principio la quiso para producción, pero como no podía tener hijos, se la dejó como mascota.