El presentador Italo Marenco está a punto de ponerse a caminar por las paredes debido a la ansiedad que siente por el nacimiento de su bebita, mientras que su esposa, la expresentadora Cindy Villalta, está muy tranquila.
Según detalló el macho, de acuerdo a las cuentas que llevan, la pequeña Irene está para que nazca entre este jueves y el sábado.
Hasta el momento, el plan es que la niña nazca por parto natural.
El presentador de Giros de Repretel aseguró que está muy ansioso porque ya están en plena cuenta regresiva por lo que cuenta las horas para tener entre sus brazos a la bebita.
Marenco contó que sus compañeras del canal Verónica González y Patricia Figueroa ya no se lo soportan porque anda más inquieto que un grillo dentro de un gallinero y todo se debe a la mezcla de ansiedad y de susto que tiene al pensar en el nacimiento de su primera hija.
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“El doctor nos dijo que está acomodadita y que ya está bien abajo. Cindy ha tenido de esas contracciones de mentirillas, pero cuando me dice:“¡Ay!” yo me asusto todo, aunque no sea nada, porque pienso que tenemos que salir soplados. En esas contracciones nos asustamos mucho y mejor llamamos al doctor, quien nos explicó que teníamos que tomar el tiempo entre cada contracción para definir cuándo son las de verdad”, contó Marenco.
Los médicos recomiendan jalar soplados para el hospital cuando la mamita lleva una hora con contracciones cada 4 o 5 minutos y las cuales duran unos 40 segundos.
Quietos en primera
Es sabido que los esposos son bien callejeros, pero al parecer Irene, así se llama la bebé, les puso freno.
“La verdad es que nos da miedo ir al cine o hasta a un restaurante, por lo que estamos encuevados (carcajadas)”, contó.
Italo está tan impaciente que contó que pasa pendiente del celular por si su esposa le avisa que ya es tiempo de irse para el centro médico privado donde nacerá la bebita.
“Por lo general ando el celular en vibración porque no me gusta ningún tono, pero ahora casi que lo ando pegado a un parlante para oírlo bien por si Cindy me llama, pero la verdad es que ella casi no me llama para no preocuparme”, detalló.
Mientras el feliz papito está impaciente, la mamita está tranquila en espera del gran momento.
“Es la cosa más extraña porque Cindy está muy tranquila. Está en la casa con el permiso de maternidad, pero en las noches cuando la veo sentada tratando de dormir se me parte el corazón porque sé que ya está cansada y por más masajes en la espalda y más chineos que le dé a veces siento que no puedo hacer más que eso. Cuando siento que no se le alivia el dolor por lo menos me aseguro que sienta que soy su apoyo”, expresó.
Todo listo
Marenco detalló que ya tienen todo listo para recibir a Irene, incluso el bolsito con las cosas de ella y de la mamita están bien empacadas y a la vista para salir soplados.
Los orgullosos papitos están tan ilusionados que contrataron a una fotógrafa para que registre ese mágico encuentro con su hija, incluso tendrá autorización para entrar a la sala de partos.
Italo contó que tienen previsto que él entre a la sala para recibir a la recién nacida, aunque confiesa que pasa en una pura rezadera para que no le dé un palidazo en ese hermoso momento.
“A mí me tiemblan hasta las muelas de pensar en ese momento, pero yo me hago el fuerte (risas). No prometo nada, pero espero no desmayarme. Cuando hablo con Cindy sobre eso y como me conoces solo me dice: "!Qué pereza con vos!””, reveló.
El macho comentó que al nacer la bebita ellos dos se la jugarán solos en la casa pues desean vivir al máximo la experiencia de convertirse en papás primerizos.
“Tenemos a una señora que nos ha ayudado en la casa y sé que con ella tendremos mucho apoyo. Lo más importante es que Cindy se sienta tranquila con todos los cambios y por eso creo que las visitas quedarán para más adelante, pero veremos cómo va caminando todo”, opinó.
Por ahora, Italo seguirá durmiendo con un ojo abierto y otro cerrado en espera del momento de jalar soplado con su esposa para el hospital.