Doña Amanda Moncada se convirtió en la segunda expulsada de la quinta temporada de Dancing with the stars y asegura que salió en el mejor momento, antes de que el programa se vuelva un mosquero.
La conocida modista sabe que conforme avanza la competencia todos los concursantes van sacando las uñas y ese ambiente de amistad y risas que se vive cada día y que uno ve en televisión muy pronto quedará atrás.
“Llegué hasta una etapa bonita cuando todo es unión y las relaciones entre todos están bien, cuando todo es rosado; ahora viene el momento difícil del cual no quiero ser parte. Disfruté todo lo que pude pero sí quedé muy cansada porque di lo máximo”, dijo.
LEA MÁS: El lado oscuro de la pista de Dancing with the stars
Y es que durante las cuatro temporadas anteriores, cuando se entra a la segunda etapa del concurso, después de la gala 6, las ganas de llevarse el trofeo y la gloria en la pista empiezan a notarse más de lo que debería, tanto por las estrellas como por los bailarines.
El año pasado se supo de varios roces entre los participantes y coreógrafos, que aunque en un principio se negó, poco a poco todo salió a la luz.
Moncada comentó que a partir de ahora se dedicará a su tienda de ropa, la cual descuidó un poco por meterse de lleno a Dancing.
“Yo soy empresaria y se me hizo muy complicado llevar las dos cosas de la mano, como dice el dicho: ‘el que tiene tienda que la atienda o si no que la venda’ y por eso me voy a dedicar por completo a eso, porque muchas personas dependen de esa empresita”, aseguró.
La señora, de 75 años, explicó que apoyará a todos sus excompas, aunque un poco más a Gustavo Peláez por el avance que ha tenido en las últimas semanas.