Vladimir Quesada tuvo un día muy diferente este martes ya que retrocedió su casete mental hasta 1982, cuando era alumno de décimo año en el Liceo Mauro Fernández e iba a clases de psicología con la profesora María del Carmen Ramírez Ureña.
La profe aprovechó que los morados hicieron un entrenamiento a puertas abiertas y se fue a saludar a su alumno, a quien hace mucho no veía, pero siempre lo apoya desde la gradería con todo pues es muy saprissista.
“Yo quiero mucho a Vladimir, recuerdo mucho a mis alumnos, él es muy especial conmigo y entonces quise hacerle un obsequio especial para él, para que lo tenga en la casa y me recuerde. Vladimir ha sido una persona de grandes cualidades, no solamente es un entrenador, es un profesional, tiene muchos valores y virtudes”, comentó Ureña, quien vive frente al cole que se ubica en en San Juan de Tibás.
La profe confesó que Quesada era muy bien portado y calmado, tal como se ve en el terreno de juego dirigiendo al Monstruo.
“Ha sido una persona muy seria y responsable, calmada, no era de los que hacía desorden, se portaba bien. Hace días, desde que quedaron campeones, confeccionamos el obsequio, pero vino el mundial y una serie de cosas que nos dificultó dárselo personalmente, entonces hoy (martes) dije que era el momento de agarrarlo”, contó la señora que le dio un marco con una fotico de ella y una del entrenador.
“Yo pensaba en dos minutos, darle el regalito, un abrazo y ya, pero me dice: 'no, yo me tengo que sentar con usted aquí’ y yo dije, ‘pero Vladimir usted tiene entrenamiento, usted está trabajando’ y me dijo: ‘no señora aquí me siento el tiempo que usted quiera’. Él es muy especial”, agregó.
Fue justo ahí donde los encontramos compartiendo, en la gradería de sol sur, recordando viejos tiempos y poniéndose al día con la actualidad.
Doña María del Carmen dice que cuando nombraron a su exalumno se alegró porque ha seguido toda la carrera de Vladimir y sabe que no está ahí por casualidad, pues tiene mucho conocimiento sobre Saprissa y el fútbol.
“Siempre le pido a Dios que le dé esa sabiduría que necesita, que le de tolerancia por la gente que a veces es muy ingrata, los fanáticos son terribles”, señaló.
No lo esperaba
La visita de la profesora le movió el piso al técnico morado, quien no esperaba tan bonito detalle en este día. Ver su foto junto a la de la profesora en un trozo de madera decorado, le movió fibras sensibles a Vladimir.
“La profesora me hace recordar aquellos momentos y estoy muy agradecido con ella, siempre con su atención hacia mi, sus oraciones, sus bendiciones, es algo muy especial, que lo hace a uno sentir muy bien y le toca el sentimiento. Uno tiene que pararse medio fuerte porque se le quiere venir algún poquillo de agua por los ojos, pero de verdad muy agradecido y lindo recordar, tener el apoyo de la profe desde siempre”, comentó Quesada.
Vladimir confesó que ve muy pocos compañeros de colegio por estos días.
“Yo soy un poco aislado, metido en mi casa, pero he entendido que algunos de la generación se reúnen. Yo no soy tanto de reuniones, pero a todos les mando un saludo y un abrazo, espero que estén bien”, dice el técnico saprissista.