Tássio Maia, el nuevo refuerzo de Saprissa, tiene algo en común con Cristiano Ronaldo: los 33 años de edad.
Bueno, la verdad es que el brasileño cumple los 34 ya casi (el 8 de octubre), pero nos los aparenta y dice que eso se debe al gimnasio, la buena alimentación y el descanso.
Tássio proviene del cuadro Bangu, de su natal Río de Janeiro y que juega en la Liga Carioca de Primera División.
“Estoy muy feliz, me gusta mucho este país, Costa Rica es muy tranquila, fui muy bien recibido y por eso trataré de agradecer todo el cariño que ha tenido el club. Quiero empezar a jugar pronto, estoy seguro de que voy a ser muy feliz aquí”, comentó.
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Además de tratar de ser feliz, el jugador promete seguir el mismo estilo de vida sano que mantiene. “Creo que de las cosas más importantes son la alimentación y el descanso. Cuando pasamos los treinta tenemos que tener algunos cuidados especiales. Yo no siento esa diferencia porque procuro cuidarme siempre y aquí no va a ser diferente, me voy a cuidar, a comer bien, descansar y entrenar fuerte para tener una temporada muy buena, sin lesiones ni ningún problema físico. Tengo que trabajar fuerte” comentó el nuevo delantero, que usará la chema 9.
En estatura, Tássio deja atrás a CR7, que mide 1,87 metros. El nuevo jugador morado llega a 1,93 metros y podría sacarle mucho provecho a su físico, pero, claro, eso no basta y él lo tiene claro. Por eso insiste en lo de los cuidados, aunque no le afloja a la comida.
Ni gaseosas ni alcohol
¿Cómo le va con la dieta? “Como de todo, no tengo problema para comer, me gusta mucho la carne, trato de evitar gaseosas o alcohol al máximo. También se trata de comer en los horarios acertados y tener buen descanso para ir llevando la carrera lo más largo posible. El gimnasio también es muy importante, más después de la lesión que tuve en la rodilla, para mí siempre es frecuente llegar temprano a los entrenamientos para hacer gimnasio y mantenerme saludable y en forma, siempre listo para jugar”, contó.
Cuenta que su llegada al país se dio por medio de su agente. que le habló de la posibilidad de jugar con el mayor club de América Central y él ni lo pensó.
“Es un club enorme, una camiseta muy pesada y tomo toda la responsabilidad. Estoy feliz, quiero comenzar a jugar, ver a la afición y el estadio lleno. Tengo que trabajar, no soy de prometer goles, prometo entrega y dedicación, sé que la responsabilidad es grande, más de la mitad del país apoya al Saprissa y estoy muy consciente de lo que tengo que hacer, ahora debo enfocarme y dar muchas alegrías a la afición", señaló.
A puro casado
Con casi siete días en Tiquicia, el delantero va conociendo poco a poco las costumbres del país. Ya ha tenido sus encuentros cercanos con los casados, que a los ticos no pueden faltarnos.
“Es muy parecida (la comida) a Brasil, allá también comemos arroz con frijoles, no tengo ningún tipo de problema con la adaptación, estoy muy satisfecho. La primera cosa que aprendí fue a pedir casado en un restaurante y casi todos los días lo como”, dijo muerto de risa.
Apenas ha podido moverse del hotel al entrenamiento porque quiere estar listo para jugar lo antes posible. Confía que en 10 o 15 días ya podrá debutar, pero antes debe estar afinado tanto en condición física como en el papeleo necesario para el permiso de trabajo.
El nuevo jugador del Sapri está ahora solo, pero estuvo casado. Ahora ya piensa en traerse a su mamá para que le haga compañía.
“Creo que a ella le va a gustar mucho el país y el pueblo porque son muy receptivos”, dijo sonriente.
Por el momento no habla nada de español y le está poniéndole bonito para aprender, pero en medio de las dificultades del idioma cuenta que lo recibieron muy bien y que vacilaron con él y eso le ha ayudado a aclimatarse.
Se salva que tiene cerca a Alex Robinson, que jugó un tiempo en Brasil y mastica el portugués.
“Gracias a esa vaciladera (del equipo) me he sentido como en casa”, dijo.