Los últimos cuatro meses del 2018 fueron generosos con Saúl “Canelo” Álvarez. Durante ese periodo, el mexicano obtuvo redención, títulos, consolidación como figura global del boxeo... y el contrato más jugoso firmado por un deportista en la historia.
Hay algo que no consiguió todavía: una victoria que escape a cualquier sombra de duda sobre Gennady Golovkin. Los 24 rounds de poderoso golpeo que ambos boxeadores han librado a lo largo de dos distintos combates no han bastado para enviar a ninguno a la lona. Y tampoco habrían servido para determinar a ciencia cierta quién es mejor.
La primera pelea se saldó con un empate en 2017. Este año, en la segunda, un juez decretó una nueva paridad entre los contrincantes, pero los otros dos dieron la ventaja al Canelo por 115-113.
Y en plena noche del 15 de septiembre, mientras la pirotecnia comenzaba a estallar en su país durante el festejo del Día de la Independencia, Álvarez desató también la fiesta mexicana en Las Vegas. Se apoderó del título de los medianos, destronó a uno de los mejores púgiles de esta generación y lavó su propia imagen, tras el resultado positivo de clembuterol arrojado en marzo, el cual obligó a posponer la pelea pautada originalmente para el 5 de mayo.
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Pero ganó por un margen mínimo. Por lo tanto, un nuevo pleito se puede vislumbrar en el horizonte de 2019.
“Para mí terminó en septiembre, pero fueron dos buenas peleas. No es secreto, puede haber una tercera”, dijo Álvarez.
El Canelo hizo estas declaraciones recién el 16 de diciembre en el Madison Square Garden, inmediatamente después de noquear en el tercer asalto a Rocky Fielding, para despojarlo del título de los supermedianos. Álvarez subió de las 160 a las 169 y se convirtió en el noveno púgil mexicano que ha reinado en tres categorías diferentes.
“Significa mucho entrar en ese grupo selecto de mexicanos” , dijo Álvarez, de 28 años. “Es lo que me motiva. Es mucho el poder formar parte de esa lista de peleadores de élite mexicanos. Quiero dejar un legado. Es lo que busco, hacer historia” .
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Por lo pronto, está haciendo también dinero.
Un mes después de su triunfo sobre el kazajo Golovkin, Canelo firmó un contrato por cinco años u 11 peleas con la empresa de streaming DAZN, a cambio de 365 millones de dólares (¢224.475 millones). El monto del convenio supera el de 325 millones de dólares y 13 campañas que Giancarlo Stanton suscribió con los Marlins de Miami en 2014, tres años antes de ser cedido a los Yanquis de Nueva York.
Las transmisiones por internet constituyen el nuevo modelo de negocios, y el Canelo es su rostro protagónico. Nada mal para un púgil que purgó seis meses de suspensión por el caso de clembuterol, que él mismo ha atribuido al consumo de carne contaminada, un problema común en México.
“El Pay-Per View (pago por ver) ha muerto... Es un cambio en el sistema, nadie tendrá que pagar ya 100 dólares por pelea. La suscripción a esa plataforma es de 9,99 dólares al mes y con eso podrán ver todas las peleas del Canelo, por lo menos durante los próximos cinco años” , proclamó este mes el exboxeador Óscar de la Hoya, promotor de los combates de Álvarez mediante su empresa Golden Boy.
Distintas versiones apuntan a que DAZN firmaría un convenio de menor monto con Golovkin, quien tiene 36 años. De ocurrir ello, crecerán las probabilidades de que las trayectorias boxísticas de GGG y del Canelo vuelvan a cruzarse.
En un tercer pleito, tal vez definitivo y que otra vez acaparará la atención.