Tremendo regaño se llevó el domingo pasado el defensor manudo Allan Miranda cuando intentó tranquilizar a su compañero Jonathan McDonald, después de que Henry Bejarano lo expulsó.
En las tomas de televisión se ve donde Miranda trata de calmarlo, probablemente para que la cosa no pasara a más y se expusiera a una sanción mayor, en caso de que el central lo escuchara y lo plasmara en el informe arbitral.
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Sin embargo, el pobre Allan tuvo que ver como McDonald se giró y le gritó algo con tono de pocos amigos, seguro pidiéndole que lo dejara en paz.
Ya sabe Allitan, la próxima deje al delantero que reaccione como quiera y luego que asuma las consecuencias por su forma de actuar.