Como lo pensaba la mayoría de los aficionados y la prensa, el Barcelona sin despeinarse le pegó una fea bailada de 5-1 al Real Madrid, en el clásico 239 contra un Real Madrid con más sello de caricatura que otra cosa, sobre todo con un sector derecho defensivo terrible en el primer tiempo por los errores de Nacho y peor aún en la segunda parte.
Nacho, ni cometiendo gran cantidad faltas pudo evitar que sus rivales ingresaron muertos de la risa por ahí para afianzar en el primer tiempo el resultado del juego. Por cierto, que salvada para Navas, que lo dejaron en la banca.
Y tal como lo señaló La Teja con meter a Thibaut Courtois, ya el Madrid iba perdiendo sin siquiera haber llegado al Camp Nou porque los números del belga en ante los culés dan tristeza, y aunque el belga no tuvo culpa en los goles catalanes, la estadística se cumplió y perdió y por goleada. Eso sí, poco pudo hacer el portero ante las tortas de sus defensas.
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Esta la sétima ocasión en partidos de liga española que Courtois enfrenta al Barca, primero lo hizo con el Atlético de Madrid y ahora con los merengues y en ninguna de ellas ha ganado y en todas esas mejengas nunca pudo dejar su marco en cero.
En el minuto 11, el cuadro campeón de España encontró en Jordi Alba la beta de oro para ganar, porque se dieron cuenta de que Nacho era la presa fácil en la selva del fútbol y con un carrerón de espanto, el zurdo llegó al fondo e hizo un pase de la muerte para que Phillipe Coutinho escribiera el 1-0.
Con Benzemá, Bale e Isco entretenidos viendo el juego de toque-toque de su rival, llegó el 2-0. Otra vez el hueco por la izquierda le permitió a Jordi Alba a vista y paciencia de Nacho poner un servicio al área merengue y tras de cuernos palos, Varane que no para ni un taxi, cometió un claro penal sobre Luis Suárez. El pistolero no falló al minuto 30 con su ejecución, sumando su sétimo gol en clásicos.
El Madrid con más orgullo que fútbol intentó luchar, pero en los primeros 45 minutos no le alcanzó para nada. La sombra del salvador, CR7 rondaba por ahí, pero nada más. Sus dos ofensivos estuvieron dormidos.
En el segundo tiempo el orgullo merengue apareció temprano y uno que no se cansa de luchar como lo es Marcelo, armó un ataque por la izquierda que terminó con servicio a la derecha para Lucas Vázquez que puso al balón a la boca del marco y al fallar la defensa catalana, el mismo Marcelo paró la redonda y con su pierna derecha logró el descuento en el minuto 50.
Con este gol el cuadro de Julen Lopetegui se motivó y buscó llegar al empate, pero los tubos y la mala definición de los madridistas frente al marco de Ter Stegen impidieron ese objetivo.
Por su parte, el Barcelona comenzó a generar llegadas aprovechando los huecos que dejaba su rival por buscar el empate y esto trajo el tercer gol catalán.
Dembélé, que había llegado de cambio corrió con la pecosa dominada por la derecha y cerca del área blanca puso el balón al área y apareció Luis Suárez para cabecear ante la mirada de Nacho, que en el primer tiempo regaló dos jugadas de gol y que por tercera ocasión, pero ahora por el centro, vio como el Pistolero sumaba el 3-1, cuando se jugaban 75 minutos.
Ese golpe acabó con el Madrid, porque en el minuto 83 Sergio Ramos paró mal la número 5 y se la dejó servida a Luis Suárez que no perdonó para el 4-1, llegando a tres en la mejenga.
Pero la historia no terminó ahí porque Ernesto Valverde mandó al campo al chileno Arturo Vidal al 86, que con solo un minuto en cancha pescó de cabeza un servicio cerca del punto de penal para sellar la manita catalana. 5-1.
El Barcelona como local no le anotaba cinco goles al Madrid, desde la campaña 2010-2011, cuando triunfó 5-0.
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