Con tan solo tres añitos de vida, Alanis Picado Urbina, oriunda de Guápiles juega su partido más difícil desde que llegó a este mundo.

Esta pequeñita padece de leucemia desde octubre del 2018 en una batalla que libra junto a familia, de acuerdo a lo que contó a La Teja su madre Silvia Urbina.

Esta pequeña guerrera es una de las beneficiadas de la cuadrangular 90 minutos por la vida, la cual se realizará este domingo a las 4 p. m. en el Estadio Nacional.

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“El 8 octubre pasado como todo padre que siempre se preocupa por llevar a sus hijos al médico cuando presentan alguna situación incómoda, trajimos a Alanis porque ya tenía tres días con fiebre y se estaba poniendo amarilla.

"De inmediato la ingresé al hospital de Guápiles en emergencias y lo primero que le hicieron fue realizarle un examen de médula. Ella traía una hemoglobina de 4.3, o sea los glóbulos bastante elevados y las plaquetas bajas”, explicó Silvia Urbina. madre de Alanis.

Doña Silvia Urbina y su esposo Giovanni Picado recibieron la mala noticia al día siguiente.

“Un día después de su ingreso y con los exámenes que le hicieron se nos informó que ella tenía leucemia y la gente comprenderá que no es nada fácil para un padre recibir un comunicado de este tipo, por lo que el mundo se me vino encima, pero soy creyente totalmente y por eso sé que hay un Dios que todo lo puede y con la fe que tengo sé que vamos a salir adelante”, contó Silvia.

Sin embargo, ese positivismo no nació de inmediato, pues en el momento que conoció el pronóstico, asegura, fue inevitable pensar en que todo estaba perdido.

“Mi hija se complicó un poco más porque no podía respirar bien. Debido a ello el doctor la cambió de cuarto y sí sentí que ella se me iba, pero empecé a pedirle a Dios por los pasillos, ya que no pude entrar al cuarto y el momento era más incómodo porque no había alguien que pudiera informarme sobre cómo estaba todo.

“De repente quedó un poco abierta la puerta y la vi que estaba entubada, aspecto que me llenó más de dolor y una doctora lo único que me indicó es que Alanis estaba muy complicada, la verdad fueron minutos muy, muy pero difíciles para nosotros”, dijo.

La lucha de la niña junto con los médicos se volvió titánica.

“Al día siguiente la doctora nos dijo a mi esposo y a mí que Alanis se les estaba complicando todavía más y que en realidad no se podía hacer mucho, pero en ese momento me contó que en el hospital de Niños tenían una máquina traída de Estados Unidos, la cual ayudaría a mi pequeña para que hiciera la función del corazón.

"De inmediato me permitieron verla porque no se sabía si sería la última vez que estaría con ella y cuando estuve cerca observarla con todo lo que tenía puesto fue demasiado impactante. Lo primero que hice fue extender mi mano sobre ella y pedirle más a Dios por ella, en realidad solo estaba esperando la voluntad de Dios”, expresó.

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Inclusive, los médicos no le negaron que las opciones de que su hija viviera eran mínimas.

“Ellos me explicaron sin rodeos, pero con mucho cuidado, que existía la posibilidad de la niña podía fallecer a la hora de conectarla con la máquina. Esperamos afuera mientras los especialistas la pegaban al nuevo aparato.

“Minutos después apareció un médico y nos informó que mi hija había respondido de buena manera ya con la máquina, sobre todo porque no estaba muy bien, aquí puedo decir que así estuvo ella once días, por cierto, los más largos de mi vida”, manifestó.

La mamá contó que a partir de ese momento empezó la recuperación.

“Este tema de la recuperación ha sido lenta, pero reitero todo está en las manos de Dios”.

-¿Alanis tiene más hermanos?

Sí, es la última porque está el mayor Kendrick Picado Urbina de 13 años, luego Jossueth de 11 y Briany de 6.

-¿Cómo toman la ayuda de los 90 minutos por la vida?

Aun con el dolor que vive la familia Picado Urbina, el tema del fútbol, sobre todo por los 90 minutos los hace tener un poco de alegría.

Mi hijo Kendrick es muy futbolero, aficionado creo que al Saprissa, a mí no me apasiona, solo con la Sele. Mi esposo también es morado y sí nos gustaría asistir al evento, si Dios lo permite.

Mamita supo lo que es estar internada

Aunque con una historia diferente, la mamita de Alanis señala que el poder estar con su hija en el Albergue de la Asociación la hace valorar y agradecer que este tipo de lugar exista.

“Cuando tenía trece años también necesité del hospital de Niños, pero mi mamá tenía que buscar dónde quedarse y por eso hoy este lugar es una bendición de Dios, por la gran cantidad de personas que ayuda, teniendo el hospital sumamente cerca y a veces cuando hemos tenido que ir de emergencia al hospital a las ocho o nueve de la noche, es a la vuelta (costado oeste del hospital de Niños) y eso nos ha servido muchísimo”, contó.

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Doña Silvia envió un mensaje para que los ticos, una vez más, pongan su granito de arena en esta noble causa.

“Animarlos para que apoyen estos partidos, porque el dinero es para los niños, ya que siempre tendrán medicamentos, alimentación y espero que el estadio esté a reventar”, comentó.