Deportes

Ni el presidente de Argentina puede dormir por el Boca - River de la Libertadores

El Superclasico argentino tiene a todo el mundo en alerta, es una cosa de locos

EscucharEscuchar

Más locos que nunca por el fútbol, millones de aficionados viven en Argentina la cuenta regresiva de los choques de la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate, los dos más grandes superclásicos en un siglo se verán las caras en la ida este sábado (2 p. m. hora tica).

Está clarísimo con quien va el presidente de Argentina. Foto: Revolución Popular

Los sábados 10 y 24 de noviembre se jugarán dos partidos no aptos para cardíacos por la pasión, el delirio y el desborde que provoca ver en una cancha a los colores azul y oro de los xeneizes frente a los albos con la banda roja de los millonarios. Por primera vez desde 1960, cuando comenzó a jugarse la Libertadores, disputarán en una final el trofeo que sus aficionados más desean.

La excitación está desatada desde que se confirmó este verdadero hiperclásico. Ni el presidente de Argentina, Mauricio Macri, pudo sustraerse a la tensión. “No voy a dormir por esto”, dijo en público.

Exitoso expresidente de Boca, Macri intentó que se permitiese a los seguidores visitantes concurrir a los dos estadios, pero los presidentes de ambos clubes porque no quieren ser responsables de una tragedia.

“No me quiero hacer cargo de una muerte”, dijo Rodolfo D’Onofrio, presidente del River Plate y Daniel Angelici, presi de Boca coincidió. Se jugará sin visitantes.

La presencia de la gente de la visita está prohibida desde 2013 para evitar la violencia. En los últimos 50 años murieron 305 hinchas, cuatro de ellos este año, según la ONG Salvemos al Fútbol. Una quinta muerte que se investiga es la de un joven asesinado hace una semana cerca del céntrico Obelisco en una aparente discusión por la superfinal.

Esta final podría ser el mejengón del año en América. Foto: Peru21

En un barrio de la ciudad nordestina rural de Apóstoles, un hincha denunció que su excuñado le incendió la casa tras pelearse por Boca-River. El acusado está prófugo.

Un partido fuera de serie

Desde afuera también se ve claro: el periódico británico The Observer dijo alguna vez que "uno no tiene derecho a morirse sin haber visto, al menos una vez un Boca-River".

Otro periódico del Reino Unido, The Sun, lo calificó de "la experiencia deportiva más intensa del mundo". Un editor de la revista World Soccer Magazine dijo que es "insuperable por ningún otro en el mundo por su pasión e intensidad".

"Wanchope" Ábila está disfrutando su primera gran final con Boca. Foto: Peru21

Jamás habían jugado por el título los dos clubes más populares del país sudamericano. La Conmebol organizaba las llaves para que la final fuese siempre entre equipos de países distintos. El año de 2018 será histórico.

Los riverplatenses eliminaron a los brasileños de Gremio de Porto Alegre (0-1 y 2-1) y los boquenses a Palmeiras de Sao Paulo (2-0 y 2-2). Los planetas se alinearon para chocar. Primero será en la mítica Bombonera boquense y después en el legendario Monumental riverplatense.

Líderes piden paz

Los dos presidentes, Rodolfo D’Onofrio, de River y Daniel Angelici, de Boca, se esforzaron en poner paños fríos al descontrol fanático. “Convocamos a simpatizantes, hinchas y socios a vivir esto como una fiesta popular, somos rivales no enemigos”, dijeron en un comunicado conjunto.

Por un lado hay mensajes pacificadores. Un defensa de la selección albiceleste y de Villarreal de España, el exRiver Ramiro Funes Mori dijo que “a la sociedad no hay que generarle que es vida o muerte, aunque es verdad que el que gane va a tener la gloria”.

Pero los memes en las redes sociales estallan de bromas. En una aparece Homero Simpson caminando por la calle mientras hace sonar una campanita, con un cartel colgado y la leyenda en inglés "el fin del mundo está cerca".

Hay consejos médicos en internet para evitar infartos: "No fume, no coma grasas, haga ejercicio". En los memes se ve a personas conectadas a respiradores artificiales o viendo el partido por TV con un desfibrilador a mano.

River tendrá la ventaja de cerrar la serie en su casa que queda a 16 kilómetros de la Bombonera. Foto: Peru21

"De la misma forma en que el coronel Aureliano Buendía ansiaba conocer el hielo para, de una vez por todas, saciar su curiosidad, empezar con buen pie 'Cien años de soledad' y postular a Gabriel García Márquez como futuro Premio Nobel, yo ansiaba ver un River y Boca", dijo una vez el escritor y humorista Roberto Fontanarrosa.

Dicha pasión se refleja en la locura por los tickets. Las plateas en la Bombonera que costaban en partidos de Copa el equivalente a unos 90 dólares (¢56.000), se revenden ahora en internet a 5.000 dólares (¢3 millones).

Un 40% de los hinchas en Argentina son de Boca y un 30% de River, según el último dato conocido de la encuestadora Gallup. Pero el impacto es aún mayor.

Futbolero empedernido, Fontanarrosa se preguntaba: "¿Por qué estoy nervioso si soy hincha de Rosario Central? Es difícil no estarlo. Hay una carga eléctrica, una energía que dinamiza y crispa, sea el partido bueno, malo o regular".

Los dos superclásicos le cortarán el aliento al país.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.