Escuchar“Si otras mujeres no pueden ir, estaré yo en primera fila de la Curva Nord”.
Esa fue la respuesta de sor Paola, una monja italiana, al volante de un grupo de hinchas radicales del Lazio que pidieron que se impidiera la presencia de las seguidoras del equipo en su "lugar sagrado” del estadio Olímpico de Roma.
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Ferviente y conocida seguidora del conjunto romano, sor Paola subrayó que resultaba “absurdo” pedir que no hubiera mujeres en las primeras diez filas del sector, tal como decía el escrito.
El volante fue firmado por Diabolik Pluto, un grupo ultra minoritario llamado así en honor a Fabrizio Piscitelli, antiguo líder de los ultras de la Lazio, conocidos como “Irriducibili”.
Piscitelli, detenido en 2013 por tráfico de drogas, usaba el apodo ‘Diabolik’.
Respuesta oficial
“Las primeras filas las vivimos como si fueran una trinchera”, señaló el panfleto distribuido antes del primer partido de la temporada italiana, el domingo antepasado.
“Por eso no admitimos mujeres, esposas ni novias, y las invitamos a ubicarse a partir de la fila diez. Quien elige el estadio como alternativa a una salida romántica a Villa Borghese, que se vaya a otro sector”, añadía el papel que provocaría una sanción contra el equipo romano.
Tras la polémica que desató en los medios, la Federación Italiana de Fútbol decidió iniciar una investigación.
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Mientras tanto, la agencia de noticias italiana ANSA informó que la policía había identificado a sus responsables y podría tomar acciones legales por discriminación sexual.
Tienen cola
No es la primera vez que los ultras de laLazio llaman la atención por su comportamiento extremo. A lo largo del tiempo se han ganado una mala reputación por episodios de violencia, de racismo y antisemitismo.
El año pasado, el club recibió una multa luego de que grupos de aficionados portaran calcomanías de la víctima del Holocauto, Ana Frank, luciendo la camiseta del equipo romano junto a consignas antisemitas.
Reaccionando al llamado de los ultras a prohibir la presencia de mujeres, un portavoz del equipo, Arturo Diaconale, señaló a los medios italianos que el club “no sabía nada de este panfleto, Fue una iniciativa de algunos de los aficionado del Curva Nord”.
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“No es la posición de la entidad. Hay un enorme número de aficionados de la Lazio. No siempre podemos intervenir para impedir demostraciones políticamente incorrectas como esta”, indicó.
Mientras tanto, la que sí decidió tomar cartas en el asunto es sor Paola.
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“No es algo que me esperaba de nadie, mucho menos de mis amigos irreducibili.¿Como se va a decir eso así de la noche a la mañana?”, añadió sor Paola.
Esta no es la primera vez que la religiosa participa activamente para promover la participación de las mujeres.
Previamente, formó parte de una campaña para fomentar la creación de grupos femeninos de aficionados de su adorado equipo.
