Doña Alexandra Vílchez ya se acostumbró que a su hijo le pasen mentando la madre. Sí, mientras Jimmy Marín hace de las suyas con el Herediano es a ella a la que muchos aficionados en los estadios recuerdan.
Doña Alexandra, tal vez, por esa razón prefiere ir al estadio solo cuando su hijo menor juega en el Eladio Rosabal Cordero, ahí hay menos probabilidades de que alguien lo ofenda a él o a ella porque se supone que están entre familia rojiamarilla.
Y es que cuando llegan estas fases finales, como la final de la segunda fase que disputarán el domingo en el Alejandro Morera Soto ante Alajuelense, la situación se pone más caliente de lo normal y los ánimos se caldean.
“Cuando no es en Heredia lo apoyamos en la casa, mi esposo (Jimmy Marín) y yo no nos perdemos los partidos. Me siento más tranquila ahí, por miedo no es, una vez fuimos al Saprissa. Vieras que difícil que es (que le griten al hijo), pero me he tenido que acostumbrar, al principio fue muy difícil, más si se dan cuenta que somos los papás, le empiezan a decir a uno de todo y tratarlo mal, siempre es a mí la que mientan, soy yo la favorecida”, reconoció doña Alexandra.
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“Uno aprende, hasta en eso he madurado yo y he aprendido a lidiar con eso cada partido. Hay gente que no se ha dado ni cuenta que yo soy la mamá del que madrean, pero al que tengo que controlar es a mi esposo, yo le digo ‘tranquilo’, porque se le da más y se altera, me dice: ‘pero es a usted la que están tratando mal’ y yo le digo que no me están quitando nada, que es normal porque a todos tratan mal”.
Para esta mamá ya esta etapa fue superada, aunque confiesa que duele mucho cuando empiezan a criticar de una fea manera.
Sacudieron el barrio
La familia Marín Vílchez es vecina de Cuatro Reinas de Tibás y de una manera muy particular sacudieron el barrio después de dos años de haberse pasado a vivir ahí, pues son oriundos de Copey.
El jueves 1 de noviembre, el Team fue campeón de la Liga Concacaf, Jimmy anotó un gol clave en Honduras contra el Motagua en la final y la emoción traspasó paredes.
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“Fue muy vacilón porque tenemos poquitos años de vivir aquí en esta localidad y no le hablo a ningún vecino ni nada y ese día, con ese partido principalmente que fueron a jugar a Honduras, nosotros estábamos sufriendo porque como iban perdiendo, veíamos feo la cosa y cuando Jimmy hizo el gol imagínese, mi esposo golpeaba paredes, mi hija (Allison) y yo gritábamos, claro, la gente seguro se imagina que hubo un pleito o a alguien estaban matando, pero todo era alegría”, recordó.
“Pero al día siguiente en la mañana cuando mi hija iba saliendo a estudiar, escuchó a unas vecinas y una le comentaba a la otra, ‘vio en esa casa algo pasó, algo tuvo que haber pasado porque se oían gritos’, entonces se volvió un señor y les dijo que no era ningún problema, es que el muchacho que vive ahí juega con Heredia y fue el que metió el gol”, contó la orgullosa mamá.
Desde ese momento todo el barrio comprendió la situación y ahora se ha ido regando la bola y los vecinos ya pasan viendo para la casa, también le han dado mensajes a don Jimmy para que le diga a su hijo que no le haga daño a Saprissa y que lo admiran.
Convivir con la fama
Alexandra también ha sentido el crecimiento de su hijo porque en los centros comerciales ya tienen que darle un espacio para que se saque fotos o firme algunos autógrafos a aficionados que lo reconocen, algo que la hace sentir más que orgullosa.
El principal consejo es que se mantenga humilde porque sino rápidamente entre ella y el padre lo bajan de la nube.
“Ha sido una etapa linda, la hemos disfrutado al máximo, ha sido duro porque uno sufre cuando no juegan. Jimmy pequeñito muchas veces salía llorando de un partido y decía ‘no vuelvo más’ y teníamos que hablarle que era un proceso y no era fácil, que Dos tenía todo bajo control porque a veces era entrene y entrene y calienta y calienta y ni un minuto”, recordó.