El paso del técnico español Benito Floro por Alajuelense, entre diciembre del 2016 y agosto del 2017, así como las contrataciones que la directiva le permitió hacer, es algo que no se olvida entre los fiebres manudos.
Esa época no se olvida precisamente por la ausencia de éxito, ya que en menos de 8 meses, el ibérico contrató a 14 jugadores, de los cuales solo Jake Beckford se mantiene en el equipo.
Mientras que Yuaicell Wright, quien aún pertenece al club erizo, juega en condición de préstamo con el Municipal Pérez Zeledón.
A los otros doce se les apagó rápido la ilusión con la que llegaron a un club grande y de tradición como el manudo, especialmente porque habían dejado a clubes de media tabla en los que no ganaban mucho dinero ni tenían posibilidad de ser campeones, aunque sí jugaban.
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Por ejemplo, el volante Din John Arias era habitual en la alineación de Pérez Zeledón e incluso rechazó una mejor oferta de los guerreros del sur con tal de irse a la Ciudad de los Mangos, pero la jugada le salió muy cara, porque ahora está sin trabajo.
Seemore Johnson, quien llegó a la Liga procedente de la Universidad de Costa Rica, optó por dedicarse de lleno a sus estudios de Ingeniería Civil, ya que después de ser separado del conjunto rojinegro, las oportunidades en otros clubes brillaron por su ausencia.
Entre los poquitos que media juegan, está el caso del volante Bryan López. Este jugador, según el registro de minutos jugados de la Unafut, solo ha visto acción en 85, de los 270 minutos que ha disputado el Santos de Guápiles durante este torneo.
El volante Michael Barrantes, llegó en junio del 2017 a la Liga y cuatro meses después quedó fuera del equipo. El torneo pasado no la pegó y en el actual solo acumula 111 minutos de los 270 que ha disputado con la Tromba.
¿Quiénes fueron? |
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Cuando Floro llegó a la casa manuda, a finales del 2016, las primeras contrataciones que hizo fueron los extranjeros Nino Rojas, Jefferson Hurtado, Iago Soares y Leandro Silva, éste último fue devuelto una semana después de su llegada, porque venía con kilos de más. Para el segundo torneo, en julio del 2017, el técnico español pidió contratar al colombiano-estadounidense Iván Luqueta, el trinitense Jamille Bostwain y a Kurt Frederick (Santa Lucía), así como a los ticos Álvaro Aguilar, Seemore Johnson, Din John Arias, Michael Barrantes, Yuaicell Wright, Bryan López y Jake Beckford. |
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En cuanto a los extranjeros, Floro llevó a Iván Luqueta, Iago Soares, Jefferson Hurtado, Jamille Boastwain, Kurt Frederick y Nino Rojas, a los que Floro, supuestamente, les veía capacidad para ganar la ansiada copa 30, pero al final no duraron ni un año aquí por lo que tuvieron que ir a hacer vida a otros clubes.
Esta semana conversamos con Johnson y Arias, ambos sin equipos, para saber qué enseñanza les quedó de esa experiencia y qué hacen ahora después de ver que todo aquello que soñaron al firmar con los rojinegros terminó en nada.
Seemore se dedicó a estudiar
Antes de aterrizar en Alajuelense, Seemore Johnson había ascendido con el Uruguay en el 2012, club en el que estuvo varias temporadas, luego permaneció seis meses sin jugar y fue contratado por la Universidad de Costa Rica, a pedido del técnico de ese entonces, Guilherme Farinha.
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A mitad del 2017, le llegó el chance que todos quieren, estar en un equipo tradicional y la oportunidad se la dio Alajuelense porque así lo solicitó Floro, en abril del 2017.
Lo malo fue que a don Benito nunca le sonó la flauta y lo echaron en agosto de ese año y a Johnson le dieron las gracias por todo en noviembre de ese año, pese a que aún le restaba tiempo de contrato.
“Me parece que fue una combinación de todo, achacarle al club, a mi persona o a las circunstancias (su salida de la Liga), sería cobarde, una excusa. Yo sabía que llegaba a un club donde la presión por ser campeón es alta, con un camerino tenso, en el que los nuevos siempre iban a tener la presión de sacar las cosas adelante porque de lo contrario iban salir del equipo”, dice el defensor.
Jovencito |
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26 años tiene Seemore Johnson. |
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Seemore cree que en la vida hay que tomar riesgos y por eso aceptó dejar a la UCR y cruzar la platina para pulsearla con todo en Alajuela.
"Don Benito me tendió la mano y me habló de un proyecto en el que podría crecer personalmente, pero las cosas no se dieron”, insistió Johnson, de 26 años.
El defensor no renuncia al fútbol y admite que le gustaría volver a jugar, pese a que desde hace 9 meses no tiene club. No obstante, él se sigue entrenando y hace trabajo de gimnasio por su cuenta.
Lo bueno para Johnson es que siempre supo que debía estudiar, por lo que está a cuatro materias de conseguir su licenciatura en Ingeniería Civil, en la Universidad Fidélitas.
Además, el apoyo de su mamá ha sido vital, unido al hecho de que está soltero y no tiene hijos, así que la obligación de trabajar es menor.
“El estudio siempre ha sido parte importante para mí, el fútbol era el complemento y no a la inversa. Estando en Alajuelense yo estudiaba y cuando salgo del equipo no me aparecen muchas oportunidades y tomé la decisión de seguir con mis estudios”, indicó el defensor.
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Johnson no miente y revela que extraña mucho ser futbolista, pero también admite que se dio cuenta que cuesta encontrar equipo cuando se sale de un club grande como el manudo, porque así le sucedió a él y a varios excompañeros.
Din John Arias: “Es duro, es bastante doloroso”
Din John Arias estaba tan seguro de que jugar con Alajuelense era la oportunidad de su vida, por lo que en abril del 2017 rechazó la oferta que le hizo el Municipal Pérez Zeledón, que en ese momento le ofreció pagarle el doble de lo que ganaba, pese a eso decidió firmar con la Liga a pesar de que ganaría menos.
La aventura del breteador muchacho duró muy poco y pagó los platos rotos después de que Floro fue despedido, ya que apenas seis meses después de haber sido anunciando como jugador rojinegro firmó para irse en condición de préstamo al Cartaginés.
Con el cuadro papero no estuvo ni un mes y a finales de enero de este año regresó al Valle de El General, pero cuando el torneo finalizó en mayo, el técnico José Giacone no quiso contar con él.
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Actualmente Arias vive de los ahorros que tiene y se entrena por su cuenta, en espera de que le salga alguna opción para volver jugar.
“No me arrepiento de ninguna decisión, uno siempre se propone cosas y nuevos retos. La Liga estaba pasando un momento difícil y pensé que era un reto bonito”, indica el vecino de Hatillo.
Cuando se le piden razones a Arias para que explique el porqué no pegó en la casa manuda, él dice que en lo personal hizo las cosas bien y que dio lo mejor en los entrenamientos y los partidos, lo cual, según él, se reflejó dentro de la cancha.
Al consultarle sobre él porque no la pegó en su regreso a Pérez Zeledón, Arias asegura que simplemente e debió a decisiones técnicas que tuvo que respetar.
“Creo que en Alajuela, Cartago o Pérez Zeledón, hice las cosas de la mejor manera, pero no terminaron como uno quería”, indicó.
Aún así, Arias cuenta que no todo en su paso por la Liga no fue malo, ya que con lo que se ganó en la Liga pudo hacer unos arreglos en la casa de su mamá y darse el gusto de comprarse un carro.
Actualmente, Din John estudia portugués enel Centro Pai, en El Carmen de Guadalupe.
“Es duro y bastante doloroso, pero soy muy fuerte mentalmente y nada me va a derribar ni a detener mi sueños” asegura el joven de 25 años.
El volante agradece los consejos de Sergio Bolaños y Danilo Balmaceda, amigos que lo involucraron en el fútbol y siempre tratan de apoyarlo, lo mismo que hace su mamá, los hermanos y el sobrino.
“Realmente no he llorado, porque las lágrimas no solucionan nada. Obviamente me duele el hecho de estar sin jugar porque es lo que amo. No me arrepiento de ninguna decisión que tomé porque todas, al día de hoy".
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Din John cerró la entrevista con una frase muy sabia: “Le doy gracias a Dios por mi familia, porque no hay nada como la familia, las personas van y vienen, pero la familia no”.