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En la Asociación de Árbitros de Fútbol de la Región Huetar Norte (Asofuthn) están parados de uñas porque desde hace tres meses les adeudan medio millón de colones a siete árbitros de la región de San Carlos que dirigieron partidos de ligas menores de Linafa y uno de la Liga de Ascenso.
Cuando se cobra la platica, todos los involucrados vuelven a ver para otro lado. La asociación afirma que no tiene el dinero disponible para pagarle a sus silbateros, porque a sus cuentas no ha caído la chochosca ni de Linafa, ni de la Fedefútbol. Según la gente de Asofuthn estas dos intituciones no les han girado el dinero por medio de la Subcomisión de Arbitraje que se encarga de estas ligas. Es decir el perro está bien amarrado.
En la Fedefútbol, mediante su oficina de prensa, explicaron que ni a la Subcomisión ni a la Comisión de Arbitraje les corresponde hacer ese pago porque por ellas no pasa dinero. Agregaron que tampoco lo debe hacer tesorería, ya que ellos solamente reportan mediante un listado a los árbitros que tuvieron acción en los partidos de los diferentes ligas y divisiones. Según la Fedefútbol, las respectivas ligas son las responsables de pagar.
Lo que más extraña del caso es que según los reglamentos, las dietas de los árbitros tienen que estar canceladas antes de los partidos para que se puedan jugar y depositarlas en las cuentas de las respectivas asociaciones, pero los silbateros sancarleños aún no tienen la plata en sus arcas.
Los norteños comentaron que la lucha para que la Fedefútbol y la liga en cuestión paguen ha sido dura, sobre todo porque se trata de campeonatos que ya terminaron y pronto empezarán los siguientes lo cual les preocupa porque ni siquiera han podido cancelar a sus árbitros, por lo que muchos de sus afiliados quieren jalar por la falta de plata, especialmente porque se tienen que desplazar a diversas zonas del país por sus propios medios y eso les golpea el bolsillo.
Desde el 29 de abril cuando los silbateros de esta asociación dirigieron el partido de cuartos de final del torneo de Clausura de la Liga de Ascenso entre As Puma y Jicaral fue que la situación se complicó. La deuda por ese partido es por ¢130 mil, mientras que el más caro fue el disputaddo entre Desamparados y Municipal Atenas con motivo de la triangular final de la primera división de Linafa, por ¢150 mil. Documentos en poder de La Teja demuestran que estos pago no se han realizado.
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“Cuando son partidos de afuera, de gente de la comisión o la subcomisión, ellos lo depositan a la cuenta de la asociación, pero aún no lo han hecho y nos atrasan con excusas poco creíbles. El mes pasado, por ejemplo, nos dijeron que el atraso era porque toda la gente de la Federación se había ido para Rusia y lo último que supe es que estaban en Juegos Nacionales y no hay nadie que se encargue de eso”, destacó Randall Bustos, presidente de la asociación.
A Bustos lo que le incomoda es que mientras todos se pasan la bola y ninguno paga, los que están saliendo por dentro son sus árbitros. “El silbatero que si saca su tarea honradamente en la cancha se ve perjudicado por algunos irreponsables a los que no les importa el bienestar de cualquier asociación”.
La Teja sabe, gracias a un fuente interna, que a pesar de que en la Fedefútbol digan que no tienen vela en ese entierro, prometieron meter manos en el asunto, pero el tema sigue sin resolverse y hasta el momento.
Exárbitros como Ramón Luis Méndez y Berny Ulloa consideran que es una canallada que a esta gente les tengan ese perro amarrado y se hagan de la vista gorda en las esferas más altas.
“Lamentablemente juegan con el ser humano, lo interesante es que en esos partidos si no se pagan los árbitros no se programan, lo que quiere decir que los arbitrajes están pagados. Es lamentable que Leonel Leal, quien es el nuevo miembro de la Comisión de Arbitraje venga de la subcomisión, la cual es la que debe esos dineros”, indicó Méndez.
Para Ulloa este es un problema que él ha escuchado toda la vida y considera que se debería reformar la manera en que se pagan y se nombran los árbitros en las diferentes ligas, para que cada una asuma la responsabilidad que le corresponde.
“No solamente pasa a ese nivel, también pasa en segunda y primera división. Espere que arranque el campeonato para que vea, lo que pasa es que los árbitros se quedan callados. Lo curioso es que hay una comisión de la Federación que se supone aboga por todos los árbitros, ellos debe hacerse responsables”, destacó Ulloa.
Aún no hay nada claro, pero mientras les llega el dinero a los árbitros, estos seguir trabajando como todos los días y con el pensamiento si la pasión que tienen puede más que ir a pitar casi por amor en muchos casos.
