Hace tan solo seis meses, el 20 de mayo, el delantero del Herediano Omar Arellano vivió uno de los momentos más dolorosos en su carrera deportiva, al fallar el penal que le costó el título ante el Saprissa.
Desde que el mexicano debutó, en el 2004, no había pasado un rato tan amargo.
Los florenses la pulsearon en paleta para llevarse el título en Tibás, al punto que llevaron el partido hasta la definición por penales, pero en el último de los lanzamientos el azteca lanzó la pecosa por encima del horizontal y el Monstruo conquistó su estrella 34.
Con la camiseta cubriendo su rostro y lágrimas de amargura, Omar jaló del estadio Saprissa cabizbajo. El destino le permitió regresar a la Cueva el 12 de agosto, por la jornada cuatro del actual torneo, pero la revancha no llegó, ya que su equipo perdió 1-0.
Arellano confesó que lo ocurrido en esa final ante el Monstruo le genera un sentimiento de revancha, por lo que desea que las semifinales se disputen cuanto antes para poder liberar esa ansiedad que maneja.
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“Personalmente lo tomó como una revancha por lo que pasó en el pasado torneo cuando perdimos la final. Aunque este campeonato ha sido muy duro para nosotros, en estas instancias tenemos mucho que ganar y siento que tengo una segunda oportunidad", indicó Arrellano.
El parón que tiene el campeonato debido a los juegos de la selección nacional ante Chile y Perú de este viernes y el próximo martes, le dará al jugador bastante tiempo para preparar el partido y corregir las cosas en las que debe mejorar.
“El torneo anterior no se sufrió mucho, fuimos líderes prácticamente en toda la campaña, pero en este sufrimos mucho y calificamos hasta la última jornada, Lo que hicimos en Concacaf tampoco fue tan bueno, pero campeonizamos y hay cosas para rescatar de ambos torneos. El equipo tiene esa sed de revancha y eso es una motivación para dar más”, comentó el mexicano.