Jairo Arrieta podría haber vivido los 60 minutos más intensos y dramáticos de su carrera deportiva este domingo contra San Carlos en el estadio Ricardo Saprissa.
Estuvo a punto de salir entre críticas y cuestionamientos por su falta de gol, pero en el segundo tiempo de un partido lleno de emociones, se jaló un doblete que le devolvió el alma al cuerpo y le bajó la tensión a su relación con la afición saprissista.
“La verdad siempre confié en mi trabajo, también en mis compañeros por el respaldo que me están dando. Le agradezco a la gente”, comentó el Pamperito.
“Dios es tan grande porque me dio la recompensa en el segundo tiempo, lastimosamente no logramos el objeto que era ganar, pero dimos nuestro mayor esfuerzo, lamentablemente me tocó fallar un penal, pero así es el fútbol”, agregó el delantero morado.
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Fueron 166 días de sequía, la última vez que había hecho golcito fue el miércoles 18 de abril, cuando todavía vestía la camiseta del Herediano.
“Siempre intenté luchar y dar mi mayor esfuerzo, gracias a Dios logré los dos goles, queríamos mantenernos en los primeros lugares, pero no pudimos. Ellos vinieron y jugaron bien, nos complicaron, pero hay que reconocer también el trabajo que hicimos nosotros”, aseguró Jairo.
Antes de poder desahogarse, Arrieta falló un penal, se lo desvió el portero norteño Marco Madrigal. Minutos después pegó una bola en el palo.
Hasta Vladimir Quesada estaba esperando que cayeran los golcitos de su refuerzo para este torneo.
“No entiendo cuando dicen que le costó, lo que pasa fue que se le negó el marco en el primer tiempo y así son los goleadores. Estaba a la par de Evaristo (Coronado) y me decía que a él le pasaba que cuando se le cerraba así el marco después le quedaba uno y era como si se abriera un tubo (llegan más goles). Durante la semana conversamos, pero él sabe y tiene experiencia, era una cuestión de calma. Gracias a Dios el respaldo de su trabajo lo recompensó, la entrega y la vida del fútbol lo recompensó porque es un muchacho que trabaja de una manera muy seria”, indicó el técnico del Monstruo.