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El jueves, luego de perder 1-0 ante el Árabe Unido en el duelo de vuelta de las semifinales de la Liga Concacaf, el gerente Jafet Soto indicó que “si no se sufre no es Herediano”, una frase a la que los florenses le echan mano más de la cuenta, como por ejemplo este miércoles ante el Santos.
Con un pepino de Omar Arellano, apenas a los cinco minutos de partido, el cuadro de Paulo Wanchope sudó mucho para derrotar 1-0 a un voluntarioso cuadro guapileño al que la pecosa se le negó entrar por su falta de puntería y por el partidazo que se jaló el meta Leonel Moreira.
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Desde unos 25 metros fuera del área, el mexicano le metió un zapatazo escandaloso, como hubiera dicho el finado Pilo Obando, para abrir el marcador. El estironazo del arquero Bryan Morales fue imposible para detener el trallazo.
Los rojiamarillos tuvieron un buen primer tiempo en el que dominaron al Santos, con peligro por los costados y un equipo alternativo que agradaba más que en cualquier otro partido a cargo de Paulo César Wanchope, pero para la etapa de complemento volvió el mismo cuadro que juega a muy poco y el Santos lo aprovechó para crecer.
No cabe duda que Chope estaba pensando también en su rival del sábado, el Saprissa, por lo que tiró un cuadro con muchos suplentes y sin nombres como Yendrick Ruiz, José Guillermo Ortiz o Randall Azofeifa, un partido clave en sus aspiraciones para pelear por la cima.
A pesar de las variantes, el equipo lucía bien, acosaba de manera constante al rival y pudo irse al medio tiempo ganando por más goles, periodo en el que nos preguntamos qué habrá sucedido en los camerinos porque cuando el duelo se reanudó, vimos otra cosa.
Si el primer tiempo fue para el Team, el segundo fue sin discusión para los caribeños, quienes tuvieron por lo menos tres opciones muy claras para llegar al empate, a las que Leo les dijo que no.
La entrada del limonense Steven Williams dinamizó el ataque santista y tuvo dos muy claras, aunque se salvó de ser expulsado por un golpe a José Leitón, con la amarilla que vio le fue muy bien.
Por lo mostrado en la cancha, el empate era un premio merecido para el Santos, la estaba pulseando con todas las de la ley y hasta tuvo una jugada polémica en el área que parecía penal, pero el árbitro Josué Ugalde no se la compró al volante Douglas López y más bien le sacó tarjeta amarilla por tirarse.
Los reclamos de Johnny Chavez fueron tantos que le costaron la roja, el técnico estaba furioso indicándole al cuarto árbitro, Geiner Zúñiga, que el central se había equivocado. De nada sirvió la llorada.
Las malas decisiones de los santistas también le ayudaron, como un tiro libre que tuvo casi en la línea del área grande, algo que podría decirse era un penal con barrera, pero en lugar de meterle un puntazo por bajo como se suele hacer en esas jugadas, la trató de elevar y la pecosa se fue desviadísima.
Los últimos diez minutos del partido los rojiamarillos los pasaron con el rosario en la mano y confiando en Moreira como muralla, sin duda los florenses perdieron reacción ofensiva y en la banca tenían poco para poder bajar el chaparrón al que estaban siendo acosados.
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La segunda victoria al hilo del Team con Paulo como técnico lo ubica en el tercer lugar de la tabla con 25 puntos, para meterles presión a los líderes Saprissa, con 28 y Alajuelense con 27. Los florenses retomaron el camino de la victoria, eso está bien, pero todavía están en deuda con el buen fútbol, en eso a mostrado pocos avances.
