EscucharLos Guerreros del Sur llegaron con las hachas afiladas a la mejenga de este sábado y de paso se jamaron a los Toros del norte.
Pérez Zeledón venía mordido por haber perdido en la Liga Concacaf, por lo que hizo que San Carlos pagara los platos rotos con un marcador de 2-1.
La mejenga, la cual fue bastante tuanis y disputada, se realizó en el estadio Alejandro Morera Soto, casa provisional de Pérez mientras terminan de colocar el césped sintético en el estadio Municipal de la localidad.
El Morera fue precisamente el mismo escenario donde la jornada anterior hincaron al León rojinegro, equipo dueño del reducto, pero parece que le está sentando mejor a los sureños que los locales verdaderos.
Teniendo claro que deben tener dos caras ganadoras, primero en la liga nacional y luego en Concacaf, los peseteros se le fueron encima a su presa y comenzaron a presionar a su rival para evitar que los Toros con su cuernos afilados, los hirieran desde temprano.
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En el minuto 9, un cobro de esquina que vino desde la izquierda del cuadro local, fue bien aprovechado por Fernando Monge, quien con un cabezazo sólido dejó viendo pa’l techo a los defensores norteños para el 1-0.
Los sancarleños, con este cachetazo, se pellizcaron y buscaron con toque en corto y buen juego por los costado como llegar al área rival para intentar sorprender con el matador Álvaro Saborío y otro gran goleador como Fabrizio Ronchetti, sobre todo con el primero que anda buscando con todo los dos goles que le hacen falta para meterse en el selecto club de los jugadores que tienen 100 o más goles en primera.
Todo esto generó lo que siempre se espera de dos clubes con deseos de entrega, un juego abierto, porque hubo alternativas en cada marco, producto del buen accionar en cada divisa, sobre todo por el buen trabajo de cada medio campo.
Por cierto, Sabo no faltó a la cita con el gol camino al centenario, porque en el minuto 49 Denis Castillo le cometió una falta de penal a Ronchetti, por lo que Saborío se paró en el manchón blanco y con un toque suave, de pierna derecha, puso los números en la pizarra 1-1.
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Pero como el vacilón estaba pura vida, el guerrero Anthony López frotó la lámpara y en el minuto 59 sacó un leñazo de pierna izquierda desde unos 30 metros para sorprender al portero Marco Madrigal y poner el 2-1 final.
El tanto calentó más el juego, al que verdaderamente hay que darle una buena calificación porque los anfitriones no se conformaron con la ventaja y la visita jamás se rindió en busca del empate que nunca llegó.
