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Erick Marín ganó el partido más importante de su vida al vencer el cáncer

Defensa ya superó las cuatro sesiones de quimioterapia que debía recibir

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Erick Marín, defensa de Guadalupe, festeja estos días su triunfo más valioso luego de terminar las cuatro sesiones de quimioterapia por unos tumores que le aparecieron en el pecho y en un riñón.

El jugador, de 36 años, superó por segunda vez un proceso tan duro como este, luego de que en el 2016 recibiera una sesión de quimio por un tumor en un testículo, producto de una patada recibida en un juego de fútbol.

Erick, al centro, visitió el jueves el estadio Colleya Fonseca de Guadalupe.Fotografía José Cordero (Jose Cordero)

Fue el pasado 29 de julio, antes del juego entre Guadalupe y Herediano, cuando Marín anunció en una conferencia de prensa que debía someterse por segunda vez a la quimioterapia durante seis semanas.

"Yo hace año y medio tuve cáncer de testículo, fui sometido a una operación y fue un éxito. Por un golpe el testículo se me inflamó, gracias a Dios y a ese golpe el tumor se encapsuló ahí y lo sacaron todo, me pusieron quimio, esa vez solo una, ya después seguí con tratamientos.

"A raíz de tantas resonancias y placas me salieron unas manchas en el pecho, entonces se tomaron más serias las cosas, se hicieron exámenes más profundos y salió que tenía tres ganglios y tenía que extraerlos para ver qué eran, si eran de un golpe o secuela de lo del testículo. Se extrajeron dos, uno no se pudo por completo, el doctor dice que sacaron todo lo que pudo quedar del cáncer, entonces, lo que me van a poner es una quimioterapia preventiva por si llegó a quedar algo ahí que no pudieron sacar con aparatos los médicos”, comentó el futbolista ese día.

El jugador es claro que este segundo proceso fue más duro que el primero, empezando porque le tocó perder el cabello y su frondosa barba, algo que no le sucedió hace más de año y medio.

El futbolista llegó el jueves en la noche al juego que sus compas de Guadalupe perdieron 2-0 ante Saprissa y este viernes conversamos con él para saber cómo camina su recuperación.

¿Cómo va todo el proceso?

–Ya terminaron los cuatro ciclos de quimioterapia, después viene desintoxicar el cuerpo, tomar muchos líquidos, comer bien, botar todo (la quimio) del cuerpo y la mejoría se va a ir viendo poco a poco.

–¿Cuándo fue la última quimioterapia?

El defensa sufrió mucho al quedarse sin pelo por la quimio. José Cordero (Jose Cordero)

–El siete de octubre, hace unos quince días.

–¿Fue más duro este proceso que el de la otra vez cuando solo recibió quimioterapia en una ocasión?

–Esta vez fue más agresiva, fueron dos meses y medio donde una semana estaba en el hospital internado y después tenía quince días fuera (en la casa).

Siempre debía ir los miércoles a recibir un refuerzo. Fue muy agresivo porque mientras salía el domingo, ya el miércoles debía ir por el refuerzo y así.

–¿Qué fue lo más difícil este tiempo?

–Una de las cosas más difíciles y que me impactó fue cuando se me cayó el pelo, cuando lo vi. A mí me dijeron que se me iba a caer el pelo y la barba y dije que estaba bien.

La diferencia es que uno diga “ok” y otra es verse sin pelo. Recuerdo que iba para la iglesia, salí del baño y ya estaba sin pelo, eran puños de pelo caído, muy impresionante.

Recuerdo que empecé a llorar en el sillón y mi mamá me dijo que no pasaba nada, que eso era secundario.

–¿Qué le pareció el gesto de su novia María del Mar Aguilar de cortarse el pelo en señal de apoyo?

–Ella ha sido un apoyo muy grande, desde que nos dimos cuenta siempre estuvo ahí. Ella me dijo que si se me llegaba a caer el pelo, se lo cortaba.

Yo le dije que eso no iba a pasar y cuando se me cayó, ella al otro día se lo cortó, el apoyo de ella ha sido incondicional, ha estado conmigo en el hospital, lo mismo mi mamá.

Mi hermano (Miguel Marín, jugador de Limón F.C.) no ha podido porque está largo y mi papá trabaja.

Marín siempre destacó por su larga barba. Graciela Solís (GRACIELA SOLIS)

Mi mamá (Cristina Calderón) me llevaba el almuerzo o la cena y mi novia también, han sido un apoyo incondicional.

–¿Durante la primera quimio no se le cayó el cabello?

–Esa vez no, solo me dieron achaques, como mujer embarazada, por unos quince días.

Con toda la pata
36 años tiene Erick Marín

–¿Qué molestias le produjo la quimioterapia en esta ocasión?

–Tuve muchos cambios: la mano derecha, los dedos y la muñeca se me mancharon, tenía muchas náuseas, esta última semana fue fatal, el sábado y el domingo fueron muy complicados.

No sé si era que tenía tanta ansiedad que iba a terminar (el tratamiento) que me afectó mucho. Después de ahí no me dieron vómitos, no perdí el apetito, pero sí el deseo de comer, por ejemplo, si me servían comida me la comía, pero no era que yo pidiera comer algo.

–¿Debe tener cuidado con lo que come?

–Tengo una dieta normal, para ellos (los médicos) es importante que no pierda tanto peso.

–¿Cuánto peso perdió?

–La última vez había perdido como dos kilos y sí he perdido mucha masa muscular, no sé cuánto, pero me veo las piernas y sé que se me adelgazaron más, lo mismo que los brazos.

–¿Cuándo podrá volver a jugar fútbol?

–Al doctor lo veo el cinco de noviembre y ahí ya vamos a tocar el tema. Tengo que hacerme un examen de sangre y ver cómo está el riñón, que fue uno de los temas (para el tratamiento), porque yo tenía insuficiencia renal, el tumor estaba envolviendo el riñón y por eso fue esta quimio.

María del Mar Aguilar tomó la decisión de raparse luego de ver que su pareja perdió todo el cabello a causa de la quimioterapia. Cortesía María del Mar Aguilar

Si no se hacía, el tumor en un mes empezaba a tomar fuerza.

–¿Y ya le dijeron si desaparecieron todas las células cancerígenas?

–Sí, ya me dijeron que estaba limpio, pero igual tengo que ir a las citas, ellos van a mandar exámenes más específicos, un TAC y ahí me dicen si me dan el alta.

–¿Qué es lo que más extraña de no poder jugar fútbol?

–Levantarme en las mañanas, ir a entrenar, competir, porque toda la mitad de mi vida he hecho eso.

Ha sido un cambio muy drástico, dejar de convivir con los compañeros y ver partidos en el hospital se me ha hecho muy difícil, deseo estar en la cancha.

Ahora debo recuperarme, sé que ahorita me siento bien, pero no estoy bien, mi cuerpo no puede ir y empezar a correr como loco, mi cuerpo no lo va a soportar.

–¿Qué mensaje le daría a las personas que pueden estar viviendo una situación parecida?

–Que lo primero es creer en Dios, soy creyente a la Virgen de los Ángeles, me aferré a ella.

También es importante tener una buena actitud a lo que venga, Dios le pone las pruebas a uno y a como da, quita. Si uno tiene mucha fe y buena actitud, eso es lo más importante para enfrentar los problemas, tener el apoyo de la familia es importante para salir adelante y no tomar las cosas como la gente se lo ha hecho, ver a uno cuando le dicen “cáncer” y uno se imagina la muerte.

Con buena actitud, lo va a superar y con una pésima actitud, puede tener el mejor tratamiento, que de nada le va a servir.

Los jugadores de Guadalupe también se raparon en solidaridad con Erick. (FOTO GUADALUPE FC)

Siempre hay que sonreír, darle gracias a Dios, en un hospital uno valora más las cosas. En un cuarto, con tres compañeros, yo decía que no tenía nada, tal vez era la persona que estaba mejor porque habían algunos que les habían cortado partes de las piernas o tenían operaciones más difíciles.

–¿Cómo hizo para enfrentar todo eso?

–No niego que tuve días difíciles, complicados, conforme pasaba el tiempo ya uno iba asimilando. Trataba de estar muy positivo, pienso que eso me ayudó mucho, nunca me sentí derrotado, aunque el principio la noticia fue difícil.

–Al ser devoto de la Virgen de los Ángeles, ¿piensa visitarla pronto?

–Cada vez que salgo del hospital voy, cuando me den de alta iré solo, haré la romería de San Pedro a Cartago y si toca descansar en el camino, lo hago.

–Además de no recibir sol, ¿qué otros cuidados debe tener?

–Abrigarme mucho si salgo de noche, no puedo estar con personas resfriadas, que tengan tos o virus, no puedo ir al gimnasio ni a lugares con muchas personas.

–¿Cómo hizo para ir el jueves en la noche al Colleya Fonseca (al juego entre Guadalupe y Saprissa)?

–Le pregunto a los compañeros de equipo cómo están y me dicen que bien, veo alrededor si no hay personas tosiendo, si los hay, me hago a un lado o me pongo un tapa bocas.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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