La Asociación Uruguaya de Fútbol le da una lección al mundo sobre cómo debe ser un verdadero proceso, algo que Costa Rica necesita aprender con urgencia.
Los dirigentes charrúas renovaron por cuatro años más al técnico Óscar “el Maestro” Tabárez, de 71 años, para que siga al frente de la selección uruguaya, una noticia muy esperada por muchos aficionados que han visto cómo la Celeste recuperó, protagonismo en el mundo del fútbol, gracias a su técnico.
Este maestro de escuela, que cambió las pizarras y los libros por los balones y los estadios, tiene como frase de cabecera: “El camino es la recompensa”, y la recuerda cada vez que le preguntan sobre un partido que se le complicó o ante un desafío deportivo mayor como un Mundial.
Para él, la experiencia es la base sobre la que se construye el éxito.
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Así, cuando Francia, a la postre campeona del Mundo en Rusia 2018, eliminó a Uruguay en cuartos de final, una de sus reflexiones, basada en esta filosofía, le dio la vuelta al mundo.
"La derrota no significa que se haya fallado en el proceso de 12 años de devolver a Uruguay a la élite del fútbol mundial. (...) Hoy se terminó un sueño, pero vendrán otros y hay que tratar de prepararlos”, dijo en aquel momento.
Este viernes, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) le renovó su contrato hasta la Copa Mundial en Catar-2022. El ciclo será el quinto de Tabárez al mando del seleccionado y el cuarto consecutivo. El Maestro dirigió a la Celeste en una primera etapa, entre 1988 y 1990.
Tabárez mantendrá al cuerpo técnico que la ha acompañado desde marzo de 2006, el cual está integrado por los ayudantes de campo Celso Otero y Mario Rebollo, así como el preparador físico José Herrera.
Más que solo resultados.
El técnico logró mucho más que un resultado deportivo en Rusia 2018: con su estilo riguroso, el entrenador consagró valores de superación colectiva que para muchos en Uruguay resultan inspiradores más allá del mundo del fútbol.
Moderado en sus respuestas, prudente en sus festejos y estricto en sus programas, el Maestro se ha convertido en un referente que pregona usos, patrones de conducta y hasta modelos de comportamiento.
Los libros sobre su vida, su trayectoria y su proceso, como le llaman a sus 12 años al frente de la Celeste, se multiplicaron a la misma velocidad que las expectativas de los uruguayos sobre el futuro de su selección.
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Tabárez dirige equipos en los que la defensa es el mejor ataque y la planificación el mejor argumento. Aunque claro, en los últimos tiempos ha contado con tres o cuatro herramientas envidiables para cualquier entrenador: el explosivo Luis Suárez, el potente Edinson Cavani, y la capacidad de creación de fútbol y visión de campo que tuvo Diego Forlán, hoy retirado.
Junto a ellos, Diego Lugano, el capitán también retirado, y el actual portador de la banda Diego Godín, ambos sólidos zagueros, llevaron a Uruguay a conquistar la Copa América 2011 y a clasificar a cuatro Mundiales consecutivos. Un cuarto puesto en Sudáfrica 2010 y la quinta posición en Rusia 2018 confirman su gran momento.
Pero, aunque tiene estrellas individuales, Tabárez siempre resalta el valor del equipo.
La selección uruguaya logró “retomar el hilo que se rompió en algún momento y que la separó de los grandes triunfos de la primera parte del Siglo XX”, afirmó alguna vez el conocido entrenador.
Es que Tabárez tiene un método.
“El modelo Tabárez es algo muy sencillo que se puede llevar a cabo con voluntad”, explicó luego del Mundial, Luis Inzaurralde, coautor junto a Jorge Señorans del libro “Maestro. El legado de Tabárez”.
La estrategia es que, "para el lugar que sea, público o privado, haya una persona idónea, con objetivos claros, y que lleve adelante el proyecto independientemente de que ese proyecto pueda en un momento no ser tan exitoso como se esperaba". A eso se resume, explicó Inzaurralde, periodista y escritor.
Y con su método bajo el brazo, Tabárez se ha ganado el respeto de propios y extraños. Ahora buscará seguir haciendo historia con la Celeste por cuatro años más.