A lo largo y ancho de Costa Rica, más o menos la mitad del país está haciendo fuerzas para que Saprissa se lleve la copa 35 a sus vitrinas y para conseguir dicho propósito una aficionada muy especial le mandó un mensaje al Monstruo con el volante Jeikel Medina.
Este martes desde las oficinas de la Asociación Lucha contra el Cáncer Infantil en San José, Kerly Fonseca Gutiérrez, una niña de once años, aprovechó que se encontró con el limonense para comentarle qué haría ella para su equipo sea campeón.
A la pequeña guerrera, que desde hace tres años lucha contra un tumor maligno, su papá, Francisco Fonseca le puso la misión de tomarse una foto con el morado que se hiciera presente, le pidiera un autógrafo y le pasara un par de bolados para la final.
“Mi papá me dijo que les comentara que pongan más atención, que se pongan las pilas en la final para que no pierdan más partidos, que sigan el ejemplo de nosotros, que no se queden con las caídas sino que digan ‘me caí, pero sigo siendo fuerte y voy para adelante’ ", nos contó Kerly.
Esta guerrera tiene el deseo de que el 6 de enero, cuando se vuelva a encontrar con los jugadores morados en la cuadrangular 90 Minutos por la Vida, le lleven la copa de campeones.
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Después de darle el consejo, la chiquita aprovechó para pasar un momento con Medina, quien recibió de muy buena gana la recomendación, se tomaron una foto y le mandó un autógrafo para ella y otro para don Francisco, quien también es morado hasta los huesos y el responsable que su hija siga esos colores.
“Si estoy acá en el albergue de seguro me llevan, pero si me voy a para la casa (en Guatuso), lo veo por televisión. A como he visto a Saprissa me da algunas dudas, pero tengo la fe que al final gane”, nos dijo Kerly, quien también mejenguea con sus amigos en su pueblo.
Medina nos contó que para complacer a Kerly y a todos los morados están breteando bien fuerte.
“El grupo está demasiado comprometido, hemos entrenado bastante fuerte, se juega una final y todos estamos mentalmente bien preparados para enfrentar esto. De estos días tal vez lo más difícil era no jugar porque todo lo otro lo hicimos”, explicó el futbolista.
La copa 35 para Saprissa es algo que va más allá de solo un título porque tiene el poder de alegrar el corazón de aficionados como Kerly.