Saprissa eligió el mejor de los momentos para sacar a flote las tres “g”, ganar, gustar y golear y seguir en la pelea por el primer lugar con un contundente 4-1.
Aquel viejo cuento que cuando Cartaginés va para Tibás por Ochomogo ya va perdiendo 2-0 se cumplió a rajatabla.
Los brumosos no fueron rivales para un Monstruo en plan grande, que sabía no podía dar ventaja alguna para seguir en la pelea por el primer lugar.
En apenas 20 minutos los morados ya tenían dos adentro en la cabaña blanquiazul y desde entonces no hubo partido.
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La ilusión de los la Vieja Metrópoli de puntuar en La Cueva para seguir con vida en el torneo se fue en los primeros golpeteos del aguacero que caía en Tibás.
A la barca brumosa le entraba agua por todo lado y el rival aprovechó los errores de planteamiento que se encontró e hizo fiesta.
¡Error!, diría Misael Ramírez, fue una torta que salió cara poner a Néstor Monge por la lateral derecha, con muy poco Rándall Leal se lo comió muerto de risa.
El primer pepino nació por ese sector, cuando el volante se llevó la pecosa por la banda y metió un centro con el que no pudo el portero Darryl Parker, quien salió a cazar mariposas y dejó la puerta abierta de par en par a Christhian Bolaños.
Para el oriundo de Hatillo solo fue necesario poner el taco para abrir el marcador.
Aprovechó el hueco
Con mucho colmillo, Saprissa se dio cuenta que por ese sector podía hacer fiesta y siguió punzando por ahí con Leal como protagonista, era una pesadilla el muchacho para los brumosos.
El segundo salió también del lado derecho, un rechazo en el área cayó en los pies de Marvin Angulo quien se sacó un golazo para aplauder de la manga.
El diez morado se quitó una marca y con borde externo definió con lujo a una esquina apenas a los 20 minutos.
Los brumosos se reunieron al medio campo para hablar y bajar el chaparrón, pero de poco sirvió.
Ante un equipo con hambre y oficio como el Monstruo no se puede llegar a experimentar poniendo un volante como lateral y la mejor muestra era el marcador.
Para cuando Martín Arriola se dio cuenta de la metida de escarpines y corrigió, mandando a Monge al centro de la defensa era tardísimo, el daño estaba hecho.
¿Volvió Paté?
Desde hace rato, no se veía la camiseta número ocho tener tanto protagonismo en un partido, era el dueño de la bola.
De fijo más de uno se preguntó si era que Wálter “Paté” Centeno volvió a la Cueva, pero no, era Leal, quien jugó su mejor mejenga desde que llegó a Tibás.
Junto a Angulo, Torres y Barrantes, la media de Saprissa se daba cuatro gustos comiéndose al tímido cuadro azul.
En media hora los cartagos no habían llegado, hasta que Marcel Hernández se salió del saco y metió un par de buenos sustos.
El cubano no podía solo y en una buena tarde de Kevin Briceño, apenas pudo descontar al 86’
Las que los brumosos fallaron, las hacía Saprissa del otro lado, el 3-0 llegó a los 43, con Leal de nuevo como protagonista con un tiro que no pudo agarrar Parker y metió Angulo en el rebote.
Pudo ser peor
Al segundo tiempo vimos más de lo mismo, el aguacero no bajó, Saprissa tampoco y Cartago no reaccionó,
En la cara de Arriola se veía que el asunto estaba enterrado y las opciones de su equipo por clasificar también. ¿Estaría pensando en su posible llegada a la Sele como asistente de Gustavo Matosas?
El seleccionador tenía en la agenda ir a La Cueva, pero no se le vio por ahí, al menos no vio hundirse al equipo de su amigo.
En una tarde de dobletes, Bolaños firmó el suyo al marcar de penal a los 61, luego de una falta de Monge sobre el propio volante. Tarde de terror para Néstor.
Pudo terminar en manita, pero a los 80 Parker le tapó un penal a Tassio Maia, quien se quiso meter a la fiesta, pero sigue cosechando decepciones con los morados.