En Taras de Cartago, Juan José Hernández Solís sabe que apenas se ponga detrás del volante de su Pontiac convertible modelo 1972 las miradas no se apartarán de su nave de más de cinco metros de largo.
El chuzo cautiva no solo por ser tan largo como el silbido de un lechero, sino también por su belleza y ese rojo que destaca en medio del gris de la calle.
José es feliz cuando le piropean la nave, algo que ocurre hoy y mañana también, ya que niños y también abuelitos quedan con la boca abierta al ver rodar semejante belleza..
La única bronca de tener carro tan largo es que debe ubicarse en dos espacios de parqueo cuando visita un centro comercial. Además, no es en cualquier lado en donde puede meterse, ya que suele quedar con la trompa o la cajuela por fuera.
Juan José reconoce que el chuzo también es un pegue con las güilas, algo que le conviene a este soltero de 27 años.
–¿Cómo consiguió esta nave?
La conseguí el año pasado en Granadilla de Curridabat, era de Rodolfo Pana. Desde pequeño me han gustado los carros antiguos, y en mi casa habían tenido uno parecido, pero yo estaba en el colegio y no lo pudimos restaurar, pero el año pasado me hice el propósito de comprarme uno y lo conseguí.
–¿Le gustó desde que lo vio?
Desde un inicio me encantó, lo fui a ver en noviembre del 2016, pero lo pude comprar tres meses después, mientras ajustaba la plata. Ese carro prácticamente me esperó porque mucha gente lo quería. Al final me rebajaron el precio, pero no recuerdo cuánto fue (no soltó cuánto pagó).
–¿Qué le gustó tanto de este carro?
Que era muy diferente, entre los clásicos hay modelos muy comunes, pero este se salía de lo tradicional, ya que es convertible y de dos puertas, en su momento era de los carros más grandes de la época. Me llamó la atención que en vivo se veía mucho más grande de lo que lucía en las fotos.
–¿Qué le tuvo que meter para andarlo en la calle?
El motor (8 en V 5600 cc) y la caja de cambios, ya que el antiguo dueño los había vendido. Cuando lo compré batallé mucho porque me vendieron una caja de cambios mala y tuve que esperar para conseguir otra.
–¿El color es el original?
Ya lo traía del antiguo dueño y la verdad me encantó. El primer carro que tuve lo pinté negro, pero siento que este color es el adecuado por este modelo, ya lo he visto en negro, blanco y gris, pero no me convencen, me gusta más el rojo,
–¿Cuántas personas le caben?
El carro está inscrito para cinco personas por la cuestión de los cinturones, pero bien sentados le caben seis. En algún momento le metí ocho personas y todas viajaron con mucha comodidad.
–¿Le dicen cosas cuándo anda en el carro?
Sí, cuando ando con mis amigos o compañeros de trabajo me vacilan porque dicen que con este carro todo el mundo me vuelve a ver. Cuando llego a un bar o un restaurante, los cuidacarros me dicen cosas muy bonitas.
–¿Lo vendería?
No, en este momento porque me costó mucho conseguirlo, además me gusta muchísimo y le agarré mucho cariño, así que no lo haría.
¿Cómo sustituir correctamente el aceite de la caja de cambios automática? |
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Para una correcta sustitución del aceite de la caja de cambios, es necesario contar con una maquina especializada que introduzca el aceite limpio, sacando, a su vez, el sucio. Si este procedimiento se hace de manera tradicional, quitando el tapón del cárter, el resultado será que solo lograremos sacar cerca del 40% del total, por eso lo recomendable ir a un taller especializado a realizar este procedimiento, |