Eduardo Li, expresidente de la Fedefútbol, reconoció en una entrevista radiofónica los cuatro pecados que lo llevaron a prisión en los Estados Unidos.
Li atendió al periodista, Randall Rivera del programa Matices, de radio Monumental, a quien le confesó que deberá cancelar 668 mil dólares (más de ¢400 millones) por los diferentes cargos por los que se le juzgó y que ya ha abonado en su gran mayoría, según la Fiscalía.
Don Eduardo recibió el martes pasado una condena de dos años de libertad supervisada por parte de la jueza Pamela Chen, en la Corte del Distrito este de Nueva York, tras aceptar que recibió dinero de varias empresas para que les “ayudará” con los contratos de transmisión televisiva de la Sele, el Mundial sub-17 femenino organizado en nuestro país y todo lo relacionado con uniformes de la divisa tica.
Li aseguró en varias ocasiones que en Costa Rica nunca tuvo cómplices a la hora de recibir esas platicas. A continuación le compartimos algunos detalles de la entrevista.
¿Acepta que se equivocó?
Debo aceptar que no supe manejar el éxito que tuve al frente de la Fedefútbol y eso me llevó a cometer faltas éticas. Ya pagué mis cuatro pecados y acepto totalmente mis errores.
-¿Su primer pecado estuvo relacionado con el tema de los uniformes de la Sele?
Sí, el de New Balance, ahí recibí una regalía de más de 200 mil dólares por la exitosa negociación para el cambio de patrocinador del uniforme, que llevo la empresa panameña MIMO que representa a Lotto y a New Balance. Yo intervine en algún momento y como todo salió bien me ofrecieron ese dinero y lo acepté.
–¿El segundo pecado es el del Mundial Femenino sub-17?
Una empresa me recomendó que buscaba hacer ‘looby’, que entablara buenas relaciones, lo cual es normal. Ahí me dieron 90 mil dólares. Debo señalar que estuvimos a punto de perder ese Mundial una año antes porque la infraestructura no caminaba bien. Me di a la tarea de buscar recursos externos porque no me podía permitir perder ese certamen. Yo empecé a llamar gente de la FIFA y me dijeron que me ayudaban, pero que no pidiera los $100 que necesitaba, sino $300 y tenía que devolverles a ellos $200. Eso se hizo con dos funcionarios de FIFA involucrados con este caso (no puede revelar los nombres porque esa investigación todavía sigue). Reitero que no hay nadie en Costa Rica como cómplice. Yo lo hice solo y lo hice así porque no necesitaba a nadie más, porque me lo ofrecieron a mí.
–¿La tercera acusación se refiere al dinero con respecto a juegos amistosos?
Hay unos partidos que se hicieron antes de entrar al Mundial de Brasil 2014. Pedí más dinero a uno de los empresarios, pero me lo negó porque ya no se podía. Pero luego me dijo que la única forma de hacerlo era dándome una dádiva, la cual acepté. Era de 40 mil dólares.
–¿También recibió dinero por el tema de las transmisiones rumbo a Qatar 2022?
Para las transmisiones del 2022 se me acercó gente de una compañía que no es Traffic y que tiene los derechos para las eliminatorias de ese Mundial. Ellos me comentaron que si me iba con ellos me darían una cantidad exacta de dinero. Yo señalé que ya teníamos un acuerdo, inclusive con una carta de intenciones firmada con Traffic y que la Fedefútbol había aceptado firmar ese contrato. Ahí me empezaron a cambiar el esquema y me indican que me querían fichar como una pieza importante por el éxito que había tenido. Finalmente recibí 300 mil dólares.
Li aceptó los cargos por asociación para delinquir, transferencias bancarias fraudulentas y conspiración para cometer un fraude bancario