Bien dicen que cuando las cosas andan bien sobran los amigos, pero cuando llegan las dificultades y los momentos difíciles es que se conoce quién es quién, así fue el caso de Joshua Santana, delantero del equipo de fútbol amputado de Alajuelense y figura de la selección nacional en esa rama.
Cuando el jugador de 28 años perdió la pierna izquierda por la lesión que le causó un toro en el 2009 muchos de los “amigos” desaparecieron, incluidos aquellos que lo convencieron de meterse al redondel de Zapote, pero hubo uno que demostró ser de los de verdad, el lateral izquierdo de la Liga, Cristhoper Meneses.
Meneses y Santana se conocen desde chiquillos, cuando ambos hicieron ligas menores en el cuadro erizo la década pasada, por la personalidad amiguera de ambos, rápido hicieron química y ayudó que viajaban juntos de San José a Alajuela, dado que el atacante es de Desamparados y el defensor de Pavas.
En ese mismo equipo erizo había buenas figuras que con los años llegaron a la Primera División como Giancarlo González, Yendrick Ruiz, Jean Carlo Solórzano, Luis Miguel Valle, Diego Estrada, entre otros
“Aquella fue una generación muy buena, normalmente a uno le dicen cuando está ahí que de un grupo de estos llegan uno o dos, pero de aquella llegamos más, Joshua era un excelente jugador, desequilibrante, inquieto, uno sabía que le daba la bola a él y resolvía la jugada. Ahora sigue siendo un gran jugador a pesar de que le falta una pierna, es un gran ejemplo”, comentó Meneses sobre su amigo.
Por cosas del destino, cuando Santana dejó la Liga se dejó de ver un tiempo con el lateral, cada uno hizo su vida, pero cuando el ariete regresó a la casa rojinegra con el equipo de amputados se reencontró con Cristhoper y otros más.
Desde hace tres semanas Joshua asiste a Urban Functional and Fitness, en San Pedro de Santa Bárbara de Heredia, que es parte de un complejo deportivo propiedad de Meneses, al cual el desamparadeño asiste sin ningún costo.
“A mí Luis Miguel Valle me dijo que Joshua había tenido un accidente, pero nunca pensé la magnitud, no me había dado cuenta del montón de complicaciones que tuvo. El día que lo vi en la Selección de amputados me sorprendió mucho, ahí decidí ayudarlo”, explicó el defensor erizo
El propósito es que Joshua baje nueve kilos y llegue a tono al Mundial de Fútbol para amputados que se disputará del 24 de octubre al 5 de noviembre, en México. La atención va desde la pérdida de peso, el acondicionamiento físico, una rutina especial a sus necesidades, nutrición y trabajos estéticos para el abdomen.
En las canchas de fútbol siete del complejo no solo entrena Joshua, también la Selección de amputados tiene a disposición el campo para poder trabajar sin problema, dado que encontrar un terreno era un detalle que se les complicaba, por lo que Meneses les dio una mano. Antes entrenaban en La Sabana, en San José.
"Cristhoper se ha portado como un verdadero amigo y una gran persona, lo que está haciendo por nosotros es realmente muy valioso, no lo hace por jactarse o sacar algo, sino por ayudarnos y servir a Dios", destacó Joshua.
En la cita mundialista los ticos se medirán a Polonia, Colombia y Japón, evento en el que la nacional participa por primera vez.