Sin lugar a dudas el nuevo fichaje de la Liga Henry Figueroa, dará de que hablar, ya sea por su talento en la cancha o por su llamativa forma de ser fuera de ella.

Solo para que se haga una idea, al defensor catracho en su país lo comparan con Dennis Rodman, el polémico exjugador de la NBA que brilló con los Bulls de Chicago y los Pistons de Detroit.

“A mi siempre me ha gustado andar bien vestido y a la moda. Me gustan los tatuajes y pintarme el pelo, es algo que lo traigo, eso me cambia mucho en mi forma se ser.

"La gente dice que me parezco a Dennis Rodman, el exjugador de la NBA, pero en realidad a quien admiro es al cantante rapero Chris Brown, porque todo lo que hace yo lo imito”, contó el zaguero en una entrevista que le hizo Diario Diez de Honduras.

Ojalá que Henry no siga al pie de la letra los pasos de su ídolo porque Brown estuvo metido en un broncón por darle una paliza a su expareja Rihanna, el artista tiempo después se declaró culpable.

Lienzo humano

Pero realmente lo que más llama la atención del nuevo jugador rojinegro son el montón de tatuajes que tiene.

“Tengo 33 tatuajes en mi cuerpo, inicié con uno pequeño con el nombre de mi abuela y como la gente dice que esto es adictivo, comencé con uno y ahora quiero llenar todo mi cuerpo, por eso sigo contando”, manifestó al medio hondureño.

Figueroa tiene todo tipo de tatuajes en su cuerpo y confesó a Diario Diez que cada uno tiene su historia.

“Cada uno tiene un significado especial, tengo versículos de la Biblia, el nombre de mi madre, de la abuela, de mi hija Briany, que lo es todo en mi vida.

“También ando el rostro de mi pequeña, el nombre de un amigo que mataron en La Ceiba y hasta la pata de mi perra. Pero uno de los más importante es el de Mario Bros, que es el juego que la mayoría de nosotros disfrutamos. Tengo fechas importantes, así como el número de identidad”, contó.

Pero no crea que los ha disfrutado todos, asegura que más de uno lo puso a sufrir.

“El que más me ha dolido es el rostro de mi hija en el abdomen. Hay otro que tengo en el cuello, pero ese no dolió tanto. Esto es un estilo de vida, es un arte, pero la gente en Honduras no lo ve así”, dijo.

En la nuca tiene tatuada su fecha de nacimiento que es el 28 de diciembre de 1992.

El último que se hizo es un tigre en el cuello porque para él representa la furia con la que debe enfrentar cada partido.

Mete miedo

El nuevo defensor manudo mete miedo en la cancha por su coraje, pero fuera de ella también, Henry confesó a Diario Diez que mucha gente se le queda viendo feo por su apariencia.

"Cuando camino por el Mall hay personas que no me ven bien y deben pensar que marero (pandillero). A veces los vuelvo a ver, pero me quitan la mirada. Ahora que saben que soy jugador ya no me temen. La verdad que es más fácil.

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