Olvidarse de la dieta y del gimnasio un rato y entrarle valiente a un rico plato de chicharrones, ceviche o camarones empanizados es posible en la Chicharronera y Marisquería Los Cipreses, en Grecia.
Por ahí ha pasado el volante manudo José Luis Cordero, el defensa morado Ricardo Blanco y recientemente el presidente del Saprissa, Juan Carlos Rojas.
LEA MÁS: Equipo de leyendas mundiales vendrá a Costa Rica para el centenario de la Liga
La razón para tal pegue del lugar es que es propiedad de la familia del exjugador de equipos como el Municipal de Pérez Zeledón o Saprissa, entre otros, Ever Alfaro.
El goleador se desligó del fútbol en el 2013, después de un paso por el balompié azteca y actualmente, además de meter el hombro en el delicioso negocio, también trabaja como Ingeniero en Sistemas en una empresa en San José.
“El fútbol es una escuela de vida y es lo que se rescata a diario, los valores que adquirí en el fútbol los uso en la vida laboral, únicamente se cambia de escenario.
"El trato con los compañeros, con clientes, aficionados, el modo en que se habla con ellos, todo influye y a diario es una mejora continua para alcanzar las metas”, responde Alfaro cuando le preguntamos si hay similitudes entre el fútbol, ser ingeniero en sistemas y trabajar en el negocio de comida familiar.
Tres décadas de sabor
Del rico negocio de chicharrones y mariscos, Ever cuenta que lo empezó hace casi tres décadas su papá, Jafet Alfaro, y que él, desde que tenía 8 años, trabajaba ahí.
Incluso, más de una vez jugó con los morados y dos horas después estaba en el restaurante sirviendo comida, tomando órdenes o haciendo lo que fuera necesario.
“Hay dos locales, uno en el centro de Grecia, al costado de los Bomberos y el otro es el más viejito, en Santa Gertrudis, en El Cedro de Grecia”, indica el exjugador y padre de dos niñas.
LEA MÁS: Aficionado demuestra su amor por el Herediano chaneando el bus en el que viaja el equipo
Gracias a sus 15 años en las canchas, Ever tiene en el local de Santa Gertrudis las camisetas de todos los equipos en los que jugó y, de hecho, hace unos cinco meses pagaron a hacer un cerdo grande que sostiene un balón de fútbol para hacer más clara la mezcla de dos de sus pasiones.
Alfaro dice que la gente lo conoce más por el tema de la chicharronera que por su faceta como informático, carrera con la que empezó a coquetear siendo futbolista, con la idea de tomar experiencia y dedicarse a ella una vez retirado, tal y como pasa ahora.
Mientras, su rol como exjugador hace que constantemente reciba llamadas de gente ligada al deporte preguntándole en cuál negocio está y así ir a comer chicharrones o mariscos, como sucedió hace un par de semanas con Juan Carlos Rojas, presidente del Monstruo, quien aprovechó que su hija tenía un partido de fútbol en el cantón griego y pasó a probar los famosos chicharrones.
LEA MÁS: Mauricio “Chunche” Montero es la nueva cara de Multimedios
“A don Juan Carlos le gustó mucho la comida, dijo que era diferente y difícil de conseguir en otros lugares”, señaló Ever, de 36 años.
El exjugador explica que el menú de la chicharronera y marisquería es “corto” y el mismo que han ofrecido en casi 30 años.
La especialidad es cerdo, camarón y no hay casados ni arroces, aunque sí ofrecen el tradicional surtido de chicharrón y camarones empanizados, siendo los más pedido por los clientes.
Hace ratillo |
---|
5 años tiene de retirado Ever Alfaro |
Al hablar de comida tan rica, le preguntamos a Ever cómo hacía para aguantarse las ganas y no romper la dieta en sus años de jugador profesional y contó que en ese tiempo comía esas delicias una vez a la semana.
“Desde los 8 años crecí con ese tipo de comida en la casa, la comía siempre con medida. Igual, el chicharrón que manejamos es con bastante carne y eso es proteína. Yo siempre me medía un poco”, indicó.
LEA MÁS: Chamaco de 14 años anota en el clásico paraguayo
Secreto familiar
Para que el chicharrón quede rico, don Jafet tiene contrato con una empresa que le vende los lechones de 80 kilos y así él no debe criarlos y en cuanto a la receta, el jugador cuenta que mucha gente dice que él sabe darle el mismo sabor que le pone al chicharrón su papá.
“Siempre me ha gustado hacer de todo, por eso atiendo y cocino. El secreto de un buen chicharrón es la calidad del cerdo”, indicó el exsubcampeón con el Municipal de Pérez Zeledón en el 2005.
De hecho, el fútbol sigue presente para el griego ,no solo por la lista interminable de jugadores, exjugadores, dirigentes, camarógrafos y hasta periodistas que han ido a la chicharronera sino porque él sigue mejengueando siempre que el tiempo se lo permite.
"Eso no se puede dejar, trato de mantenerme haciendo deporte, juego fútbol cinco; eso es un hábito. Al estadio sí me gusta ir, voy al Saprissa y un día de estos fui a ver San Carlos- Pérez Zeledón en el Carlos Ugalde.
“El fútbol es algo que hice por mucho tiempo, una gran pasión que cuesta dejar”.
LEA MÁS: Los pecados de Luis Diego Arnáez se reflejan en la recta final del torneo
Y en cuanto al negocio, si a usted ya se le hizo agua la boca y quiere aprovechar para ir a probar la cuchara de la familia Alfaro, estos son los horarios: el de Santa Gertrudis abre los viernes,sábados y domingos de mediodía en adelante.
Mientras que el ubicado en el centro, contiguo a los Bomberos, atiende los martes , miércoles y jueves de 5 de la tarde a 10 de la noche y los viernes, sábado y domingo de mediodía en adelante.