En todas las entrevistas el jugador florenses Allan Cruz menciona a su madre, Hellen Leal, como la gran responsable de impulsarlo a convertirse en futbolista profesional y a que se mantenga con los pies bien puestos en la tierra. el volante de 22 años que está disfrutando el Herediano.
La orgullosa madre ha sacado adelante al futbolista rojiamarillo, de 22 años, gracias a su trabajo en el catamarán Marlin del Rey, que navega en el mar guanacasteco. Ella siempre ha sido una pulseadora y al parecer Allan le copió esa actitud, porque siempre le pone bonito dentro de los terrenos de juego.
“Vieras que me siento superfeliz, estamos muy agradecidos con Dios porque en realidad valió la pena todo el esfuerzo que hacia, a pesar de que era difícil”, reconoció la señora.
Doña Hellen ha criado cuatro hijos y Allan es gemelo de Álvaro. Sus otros dos hijos se llaman Alexénder y Katherine, todos le ponen bonito al fútbol, pero solo el florense lo hace profesionalmente.
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“Ellos juegan acá, pero nunca salieron a San José. Yo creo que sí son buenos, porque para mí son igual de buenos que Allan, aunque cuando estaban muy pequeños jugaban en un equipo de acá y siempre sobresalía Allan, lo venían a buscar para que fuera a jugar, pienso que eso le permitió tener más oportunidades que los otros”, reconoció la madre.
Para que no se hagan bolas, Leal confirmó que su hijo creció jugando en Villarreal, en Santa Cruz de Guanacaste con Los Chevio y después se le abrió una oportunidad con el Uruguay de Coronado.
“Lo más difícil fue el sacrificio cuando se fue, porque él estaba jovencito y entonces me ponía a llorar porque sentía que estaba muy lejos, pero uno va asimilando las cosas y poco a poco y allá lo acompañan mis otros hermanos, lo cual me ayuda a sentirme mejor”, agregó.
“Todavía lloro, pero ahora es de felicidad por todas las cosas buenas que le están pasando”, agregó.
Familia siempre unida
Allan cuenta con una gran familia que lo apoya, y que está dispuesta a viajar cinco, seis o más horas en carro o en bus para verlo defendiendo los colores rojiamarillos.
El florense siempre ha sido muy pegado a todos, no solamente su hermanillo gemelo. Allan es el menor de los gemelos.
“Son un poco diferentes, unos dicen que son muy diferentes y otros consideran que se parecen. Otros más bien dicen que se parece más al otro hermano. Para mí es fácil diferenciarlos porque Allan es un poco más morenito que Álvaro”, dijo Hellen.
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La señora nos contó que cuando Álvaro estuvo en el hospital, Allan, quien estaba en la casa también enfermó. En otra ocasión fue Allan el que estaba enfermo y Álvaro también se puso más mal, según contó la señora, quien no se explica por qué razón sucede esos con los gemelillos.
La familia Cruz Leal tiene todo un plan armado para cuando haya partido, primero que todo se van a la casa de la abuela, María Ángela, ya que su casa es la sede oficial para tirarse las mejengas. Entre ellos se ponen de acuerdo para azar carne y preparar la comida.
Doña Hellen nos contó que tiene un proceso especial para organizar a la familia antes de las mejengas.
“Primero que todo me meto al cuarto y me pongo a orar por todos, por sus compañeros y por los rivales, porque todos son jugadores y uno no quiere que le pase nada, porque las familias sufren mucho. Cando Allan anota nos ponemos todos a gritar, no sabemos ni qué hacer”, confesó.
Ya son cinco años desde Allan tomó la decisión de jalar al Valle Central, pero a su mamita el tiempo se le ha hecho muy lento porque lo extraña montones. Incluso trata de prepararse, porque sabe que en cualquier momento podría irse todavía más lejos en caso de que le salga una opción en el extranjero.
A la feliz madrecita no le importa el destino futbolístico de su hijo, nada más le pide a Dios para que él tome una buena decisión y todo sea para su beneficio.
“Yo le digo a él que hay que agarrar los consejos buenos y no los malos y que siempre debe tener los pies bien puestos sobre la tierra para que no pierda la humildad, que diga siempre de dónde es él y de dónde salió”, contó.
“Allan para mí es un muchacho humilde, amoroso, que sabe escuchar consejos”, señaló.
Doña Hellen nos contó que armaron una excursión familiar para ir a ver a su hijo en el Rosabal Cordero ante la Liga (6 p. m.), por lo que primero buscaron una buseta y después pasaron lista para saber quiénes se apuntaban. Al parecer la respuesta fue exitosa y Allan tendrá en apoyo de su familia en el estuche rojiamarillo.