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Ciclista dejó de pedalear tras la muerte de su papá y ahora es empresario turístico en Monteverde

Luis Camacho tuvo que hacerse cargo del hotel de la familia.

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El Hotel Cipreses se encuentra muy cerca del centro de Santa Elena de Monteverde. Cortesía (Felix Salazar)

A Luis Camacho la muerte de su papá, Gerardo Camacho, en febrero del 2016, le cambió por completo la vida, ya que tuvo que dar un frenazo en seco a su carrera como ciclista de montaña para trabajar en el hotel Cipreses, propiedad de su familia y el cual está ubicado en Santa Elena de Monteverde.

Camacho, de 21 años y primo del exfutbolista y también empresario turístico Jesús Camacho, debió dejar las pedaleadas y competencias nacionales e internacionales para estar pendiente de las reservaciones, los desayunos, las conversaciones en español, inglés o italiano con los clientes y satisfacer las necesidades de los cientos de clientes que visitan cada año la zona de Monteverde en busca de descanso.

Este hermoso sitio turístico se ha convertido en tierra de negocios no solo para los primos Camacho, sino también para el delantero manudo Jonathan Moya, quien es oriundo del lugar e inaugurará en los próximos días una taquería que le puso a sus papás.

Cerca del pedal

Camacho y Andrey Fonseca en una foto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, cuando Camacho fue tercero y Fonseca se ubicó tercero. Cortesía Luis Camacho.

Aunque ahora no pedalea profesionalmente, el ciclismo no se aparta de este breteador, al punto que el rutero Pablo Mudarra pasó de ser amigo, a miembro de su familia después de casarse con una de sus hermanas.

Además, Camacho saca tiempo y se da el gusto de ir a ver competencias internacionales, como lo hará en los próximos días cuando viaje a Europa para mirar alguna de las etapas de la Vuelta a España y echarle porras a Andrey Amador, corredor tico que está compitiendo en la competencia.

"Empecé en el ciclismo por ahí del 2009, hacía montaña por la zona donde vivo para entrenar. Empecé gracias al apoyo de mi papá, así que corrí dos o tres años en categorías infantiles y pre juveniles con el cantón de Monteverde.

“Como juvenil me hice más disciplinado, le tomé el gusto y le dediqué tiempo. Recuerdo que una vez mi papá me dijo que era un deporte muy caro, que me dedicara a lo recreativo o empezara a competir”, recuerda Camacho.

En ese momento. Luis arrancó la etapa de prejuveniles, al año siguiente fue al Panamericano de Guatemala, donde quedó segundo a nivel de América y lo contrató el equipo BCR- Pizza Hut de ciclismo de montaña.

Luis Camacho dejó el ciclismo de montaña para dedicarse al hotel familiar en Monteverde. Cortesía (Karol Espinoza)

"Empecé un proceso bonito y aprendí mucho porque estaban Federico Ramírez, Andrey Fonseca, José Adrián Bonilla, Pablo Mudarra; toda esa generación que estaba ahí y empecé a aprender muy rápido de todos ellos, a pesar de que corrían ruta y nosotros ciclismo de montaña, porque hacíamos los entrenamientos juntos ", contó el joven.

Gracias a su desempeño, Luis formó parte de la selección nacional de mountain bike y asistió a un Mundial en Austria, donde se ubicó en el puesto 12. En esa justa lo acompañó Andrey Fonseca.

Camacho estuvo entre tres y cuatro años con el equipo pizzero y hasta tuvo el chance de estar siete meses en una pasantía en Brescia, Italia.

Pasó el tiempo y el puntarenense regresó al país y empezó a correr con el equipo Specialized, junto a Paolo Montoya. En el 2016 decidió dar un paso al lado debido a la muerte de su papá.

“Ahora no me queda el tiempo para dedicarme al cien por ciento al ciclismo, espero hacerlo en algún momento, pero a mi ritmo”, añadió Luis.

A cargo del hotel familiar

Las habitaciones son muy cómodas. Cortesía. (Felix Salazar)

Enfocado desde hace dos años en la administración del hotel Cipreses, Camacho cuenta que llegó un par de semanas antes de que su papá muriera, a tan solo siete días para que la temporada arrancara.

“En este tiempo, lo que más he hecho es aprender, porque llegué sin saber nada. Además, yo no me enteraba mucho de lo que estaba pasando en la empresa, porque solo me dedicaba al ciclismo y nada más. Mi hermana también y mi hermano, que estudia Medicina, tampoco estaban al tanto del negocio porque no nos metíamos. Veníamos (desde Cartago, donde vivían), paseábamos, nos quedábamos en la casa, casi ni veníamos al hotel y nos íbamos de regreso”, explica el exciclista.

Pida más información
Si ya está haciendo números para visitar Monteverde y  hospedarse en el hotel Cipreses, puede solicitar más detalles  llamando al teléfono 2645-5455 o visitar la página www.monteverdehotelcipreses.com  y  en Facebook e Instagram  los busca como hotel Cipreses Monteverde.

Cuando la cosa cambió, Camacho debió empezar por aprender cómo se acomodaba una cama, vender un tour y ser recepcionista. Para su fortuna, contó con la ayuda del administrador que trabajó con su papá, quien necesitó entre un año y año y medio para explicarle todo lo que debía saber.

Hace un año que Luis quedó a cargo del hotel y favorecido por el hecho de que en Monteverde las escuelas le enseñan inglés a los estudiantes desde niños, por lo que él habla ese idioma y un poco de italiano, el cual aprendió durante el tiempo que hizo la pasantía en Italia, gracias a esos machetitos se la juega para atender a la clientela.

“Mi mamá es una persona supervaliente, siempre ha estado a mi lado y es la cabeza de mi familia”, contó.

Los atardeceres se ven espectaculares desde las zonas verdes del hotel Cipreses. Cortesía

En cuanto al hotel Cipreses, este tiene 28 habitaciones y tratan de que la gente que llega disfrute de una atención personalizada y se sienta como en casa.

Tienen tres tipos de habitaciones, la superior, la deluxe y la familiar, todas con baño, agua caliente y televisión por cable. En las más grande caben siete personas y la tarifa por noche incluye un desayuno tipo bufé.

Ante la pregunta de si existen similitudes entre el ciclismo y administrar un hotel, Luis respondió que ambas son muy complicadas, pero admitió, que trata de dar lo máximo en todo lo que hace.

"Nuestra empresa es pequeña, no tenemos una gran cantidad de personal, por lo que una misma persona se encarga de varias cosas. Cada cosa tiene lo suyo, en el ciclismo era mucho entrenar y había un tiempo para recuperarte y dormir temprano...

“Aquí en el hotel a veces se empieza a las cinco de la mañana y se termina a las doce de la noche, por lo que es dormir cuatro horas y volver a empezar. Yo siento que el turismo es uno de los trabajos más sacrificados, siempre que la gente pasea son horarios extensos”, añadió este estudiante de Administración de Empresas, en la Universidad Hispanoamericana de Puntarenas.

Al fondo se ven las habitaciones del hotel Cipreses y las áreas verdes que pueden usar los huéspedes. Cortesía

Camacho ha recibido en el hotel a gente de India que vive en Estados Unidos, chinos, japoneses y europeos, entre otras nacionalidades, algo que le fascina porque es amante de aprender de otras culturas. De momento, Luis se siente feliz y realizado con lo que hace a pesar de que tuvo que dejar de lado su amor por el ciclismo.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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