EscucharNelson Porras es dueño del vehículo Hillman Husky del año 1966, toda una belleza en el mundo de los autos antiguos.
Este vecino de Grecia, Alajuela, asegura que desde joven siempre le han gustado los autos clásicos americanos y europeos.
“Llevo ya unos 18 años buscando autos, comencé haciendo publicaciones en Internet, indicando que estaba buscando autos antiguos para restaurar, dejaba mi teléfono de contacto”, dice de entrada el protagonista de nuestra sección de los domingos el “Chuzo de la semana”.
Corría el año 2011 cuando recibió una llamada de un señor de Cartago que tenía un auto que necesitaba vender, por lo cual conversaron y acordaron que Porras lo iría a ver un fin de semana.
Nelson recuerda que como el propietario del chuzo debía irse a vivir a Limón, trasladar el carro en grúa le salía caro, entonces decidió venderlo.
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“Resultó que el carro me gustó mucho y lo pude adquirir con la ayuda y apoyo de mi esposa. Como la compra fue un poco rápida, ya que era mi oportunidad, no tuve mucho tiempo de investigar la marca, y tampoco del estado legal del vehículo, solo sabía que no tenía ningún problema legal”, recordó el griego.
| ¿Por qué debo usar cooland y no agua en el radiador de mi carro? |
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| “Más del 60 por ciento de los problemas en motores están asociados a fallos en el sistema de enfriamiento, de ahí la gran importancia de utilizar solo cooland y que este sea de buena calidad, esto evitará corrosión y deterioro en la bomba de agua. También le evitará que el termostato se pegue y se caliente el motor lo que provoca posibles varonazos y reparaciones costosas. El cooland también le prolongará la vida útil del radiador", explicó el mecánico Bryan Guido (8603-5135). |
Ya una vez adquirido el carrito, tardó dos años investigando a través de Internet cómo era el Hilman Husky originalmente en cuanto a la carrocería y motor.
Nelson recopiló fotos e investigó en grupos de foros de autos europeos que coleccionan este modelo para saber y entender bien el tipo de joya de la cual era dueño.
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"Una vez que aprendí sobre el auto, comencé a buscar el nombre de la persona que aparecía en el Registro de la Propiedad, ya que no era el mismo que me lo vendió. Al final, era un señor de San José de avanzada edad que gentilmente me dio la firma del traspaso.
“Una vez que me garanticé tener el auto a mi nombre, comencé el proceso de restauración del motor, comprando por Internet el manual de fábrica con la información técnica y las medidas originales del motor”, cuenta este valiente.
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En ese momento, la carrocería estaba en regular estado, se realizaron ajustes y pequeñas mejoras, que aún están en proceso, pero ya tiene buena presentación para poder exhibir el auto por las calles del país y en actividades automovilísticas.
Después de eso, Porras inició el proceso de desarmado, restauración de partes de motor, fabricación de empaques, compra de pistones y demás repuestos del motor; también rectificación y armado de motor para tenerlo lo más original posible.
Todo ese proceso le llevó tres meses de trabajo al alajuelense, trabajando de lunes a viernes, con la gran ventaja de que es Ingeniero en Electrónica y Mecánica Automotriz, es decir, se las sabe de todas, todas y él mismo hace los trabajos.
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"Ser mecánico me facilita realizar casi en su mayoría todo el trabajo. Ya tenemos un año de tenerlo caminando en las calles nuevamente y disfrutando de algunos paseos y un par de exhibiciones. Es un vehículo muy querido en la familia y valorado por lo que representa.
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“Ahora debo comenzar el segundo proyecto, que es una camioneta Chevrolet C10 de 1966 , la cual ya está completa en toda su carrocería y motor esperando para el 2019-2020 iniciar la restauración y verla nuevamente en las calles de Costa Rica”, señaló este amante de los chuzos.
Sobre el manual del carro, Porras lo consiguió en Ebay , cuenta que había solo dos, uno era de un coleccionista en Holanda, al que se lo terminó comprando en $110.
“No sé por qué lo tenía, decía que era parte de un inventario que había”, indicó el griego, quien habla inglés y pudo leer sin problema el documento.
Como Nelson está tratando tener el chuzo cien por ciento original, ha traído repuestos de Inglaterra, país de origen del carro, invirtiendo un aproximado de ¢4 o ¢5 millones.
Porras mandó un mensaje y dijo que si alguna persona quiere visitarlo, compartir y conocer un poco más de la historia y proceso de restauración del auto, con gusto los recibirá en San Isidro de Grecia.
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“Y si alguno tiene algún proyecto, nos encanta compartir y apoyar en lo que podamos”, indicó el fiebrazo, quien usa el carro solo para dominguear, como dice él.
