EscucharLucas Hernández, jugador del Atlético de Madrid y de la selección francesa, con la que se proclamó campeón del mundo en Rusia 2018, mostró su lado más personal en una entrevista concedida al diario francés Le Parisien.
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En la entrevista se refiere al abandono de su padre, la relación con su hermano Theo, ahora en la Real Sociedad, y los motivos que lo hicieron inclinarse por Francia y no por España como su selección.
Lo más llamativo de la entrevista con el lateral galo son los pormenores de su complicada relación con su tata, el exfutbolista Jean François Hernández, que entre otros clubes jugó en el Rayo Vallecano y en el Atlético de Madrid.
“Llevamos doce o trece años sin noticias suyas. Ahora que soy padre soy aún más consciente de lo que ha hecho, de que ha fracasado en su papel de padre. Si me lo encuentro tendremos una conversación, pero lo que no puedo imaginarme es que yo renunciara a mi hijo, nunca lo haría por nada del mundo. Incluso si tengo que dormir debajo de un puente para la felicidad de mi hijo, lo haré”, comentó el futbolista rojiblanco.
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Sobre la relación que mantiene con su hermano Theo, con el que compartió colores en el Atlético de Madrid antes de que decidiera firmar por el Real Madrid, explica que "tuvimos momentos complicados y siempre hemos estado juntos. Cuando él lo necesitaba yo estaba allí. Siempre ha habido una gran complicidad entre nosotros.
“No soy como su padre. Más bien un hermano mayor, protector”, puntualizó.
Durante la entrevista, Lucas Hernández también habló de los motivos por los que se inclinó por jugar con la selección francesa de fútbol en lugar de con la española.
"España me lo dio todo, crecí allí, vivo allí, mi hijo nació allí, mi esposa viene de allí. Hablo español incluso mejor que el francés. Pero amo a Francia, soy campeón del mundo con Francia y mi familia vive en Francia. Tengo dos países.
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“Cuando llego a Francia, me siento francés. Cuando estoy en España, me siento español. Durante mucho tiempo no tuve noticias de Francia, ni siquiera sabía si alguien conocía que yo existía. Pero un día, Deschamps me llamó y me dijo que estaba en un rincón de su cabeza. No me lo pensé e inmediatamente dije que sí. Nunca habría dicho que no a Francia, es lo que quería desde pequeño”, comentó.
