El berrinche de Jafet Soto al minuto 10 de la final del torneo de Apertura 2018 en el estadio Ricardo Saprissa, cuando se salió de sus casillas y corrió a encarar a Pedro Navarro, le costó caro ya que le impusieron una suspensión de nueve partidos.
El gerente general de los rojiamarillos hizo un show en la Cueva porque no compartía algunas decisiones del central. Además, aprovechó para retar a la afición morada con varias señas con sus manos, por lo que seguidores del Sapri aprovecharon para silbarle y tirarle cosas.
El rojiamarillo también deberá cancelar una multa económica de ¢525 mil.
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“Cuatro partidos y ciento setenta y cinco mil colones por ser expulsado al no comportarse de manera adecuada al insultar a los árbitros, según el artículo treinta y seis inciso uno. Cuatro partidos de suspensión y docientos setenta y cinco mil colones por provocar a la afición y atentar contra el juego limpio. Y recibió una sanción de un partido y setenta y cinco mil colones por ingresar al terreno de juego estando expulsado”.
Al final, Jafet terminó sonriendo ese 23 de diciembre porque su equipo se coronó campeón, a pesar de que él tuvo que tirarse el partido entre la zona mixta y el túnel de acceso a la cancha, donde se asomaba para ver en vivo el juego.
El florense Omar Arellano también fue sancionado, en su caso con dos partidos y ¢100 mil, por darle un cabezazo a un rival.
Tanto el Monstruo como el Team deberán pagar ¢200 mil cada uno por incumplir con el protocolo de premiación al llevar a un niño a la tarima y otros ¢200 mil colones por incurrir en conducta incorrecta, ya que cinco o más personas recibieron medidas disciplinarias por parte del cuerpo arbitral (amonestaciones y/o expulsiones).
El jugador morado que no podrá iniciar el torneo es Alejandro Cabral, le metieron un partido de suspensión y una multa de 75 mil colones tras ser expulsado al recibir dos tarjetas amarillas.
Y los tibaseños deben soltar ¢100 mil más por el lanzamiento de objetos contundentes que no impactaron a ninguna persona, además de otra tejita por el ingreso de objetos no permitidos, como lienzos y polvos, por lo que se le envío al club morado un apercibimiento de que en caso de reincidencia se vetará el estadio por un partido.