En el cantón de Aserrí hay un gran dolor porque el equipo que jugaba en la Segunda División desapareció de un pronto a otro porque la franquicia se la alquilaron a la Liga Deportiva Alajuelense por tres años, ahora se llama Once de Abril y sus colores son rojo y negro.

“Nos quitaron los sueños, se llevaron al equipo y ahora nace la incertidumbre de si regresará o ahí ya se perdería porque los dirigentes aserriceños encargados de la negociación argumentan que el cantón no tiene infraestructura y no hay ayuda para sostener al equipo” dijo con un nudo en la garganta don Wálter Umaña, un fiel aficionado al Aserrí FC, y aserriceño de nacimiento.

Por su parte, Jorge Quirós, quien fungió por muchos años como utilero del equipo, confiesa estar destrozado.

"Lo más doloroso de lo que pasó, después de acompañarlos 17 años en funciones, es ver y sentir la situación actual porque el equipo nació del pueblo para el pueblo y ahora de la noche a la mañana se nos fue”, dijo agüevado don Jorge.

Alquilar o morir

Luego de escuchar a los aserriceños molestos por el alquiler de la franquicia, conversamos con Carlos Solano, el actual presidente de la Asociación Deportiva Aserrí FC, quien se encargó de toda la negociación que dejó al cantón sin su tradicional equipo de fútbol, que se fundó en 1940.

“No había de otra, o alquilábamos el equipo o perdíamos la franquicia”, fue lo primero que se apuró a explicar don Carlos.

“Todo se hizo legalmente. El cantón de Aserrí sigue teniendo equipo, yo sigo siendo el presidente del Aserrí FC que sigue existiendo, sigo siendo asambleísta en la Federación Costarricense de Fútbol, no hemos vendido nada ni hemos perdido nada como dicen algunos”, aseguró.

Alquilar la franquicia por tres años fue la única fórmula, según Solano, de evitar irse al barranco y perder todo porque el factor económico no los tenía hasta el cuello, era peor, los había tapado completamente y era imposible hasta respirar.

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“Nos quedamos sin infraestructura para poder competir dignamente en la Liga de Ascenso, el Polideportivo de Aserrí, que fue el que usamos últimamente, no reunía las condiciones mínimas que se necesitan para que el departamento de licencias nos aprobara una sede en la cual disputar nuestros partidos como local.

"La cancha tiene muchos peñones, no había graderías, no había camerinos decentes y ni siquiera hay servicios sanitarios para los aficionados; no contábamos con una sala para los controles antidopaje, la cancha no estaba toda cercada. Si insistíamos en inscribir el equipo para el actual campeonato, corríamos el riesgo de perder todo”, agregó el presidente.

Sin un cinco

Solano explicó como la situación del equipo se volvió insostenible.

–¿Por qué no jugar en Desamparados?

–El costo por partido para ir a jugar al ST Center de Desamparados o el Cuty Monge es de casi 600 mil colones, de dónde los íbamos a sacar. Un partido en casa ocupa vigilancia privada, Cruz Roja, junta bolas, el cuerpo arbitral que son casi 300 mil colones.

"La recaudación por asistencia, pagando su entrada, no superaba las 20 personas, o sea, 40 mil colones a razón de dos mil colones por aficionado. Jugar en Desamparados era un asunto de aproximadamente 1.200.000 colones mensuales, algo imposible de pagar con nuestra realidad actual”.

–¿Y la plata de Rusia 2018?

–La gente piensa que son cientos de millones lo que nos toca del Mundial. No les voy a mentir, son como treinta millones, de eso hay que restar casi la mitad en deudas que se tienen, como el arreglo con la Caja.

“Si hubiésemos apostado a seguir jugando con los 15 millones que quedan de Rusia y al tener una planilla de casi 1.200.000 colones al mes, porque no pagamos salarios, damos viáticos, de hecho, éramos uno de los equipos con planilla más baja en Liga de Ascenso, nuestro presupuesto mensual es de casi tres millones de colones, entonces, creo que habríamos podido soportar un torneo más, solamente.

“La gente debe entender que se alquiló la franquicia por una profunda crisis económica. Más bien, con poquito hacíamos mucho; un presupuesto mensual de tres millones de colones para un equipo de Liga de Ascenso es insignificante. ”, afirmó Solano.

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–¿Y lo que paga Alajuelense mensualmente?

–Sirve para fortalecer las ligas menores y pagar técnicos de esas ligas menores, además, para equipar y tener en buenas condiciones ese semillero de Aserrí que debemos cuidar y fortalecer. Son mil dólares al mes.

–¿Volverá Aserrí a recuperar su equipo?

–Depende del cantón, si la comunidad se identifica, si la asociación de desarrollo colabora, si la municipalidad se pone la camiseta y el comercio responde, es un hecho que sí. Estamos en un tiempo perfecto para entender qué hicimos mal, corregir y crecer.

“La gente se enoja, pero casi el 100% son aficionados de redes sociales, ninguno va al estadio a apoyar económicamente con su entrada, son buenos para hablar y hablar en Internet; el comercio local es otro que es de puras redes sociales, nunca apoyó y ahora reclama.

“Autotransportes Desamparados fue la única empresa que jamás nos abandonó; habría sido imposible ir a Pérez Zeledón o Cariari sin el apoyo de ellos que nos ponían los buses gratis, pero nadie más, Aserrí está cargado de negocios, pero ninguno apoya, la gran mayoría nos dio la espalda”, asegura el actual presidente aserriceño

*Colaboración del Círculo de Periodistas y Locutores Deportivos de Costa Rica y del periodista Guillermo Suárez.