Han pasado cinco años desde el momento en que Allan Cruz dejó su casa en Villarreal de Guanacaste y empezó su carrera como futbolista profesional, aunque él solo venía a acompañar a un amigo suyo que quería hacer una prueba en Uruguay de Coronado.
Cruz, hoy defendiendo los colores del Herediano, se convirtió en pieza clave para vencer (1-0) en el primer juego de semifinal en el Estadio Eladio Rosabal Cordero al Saprissa y además fue la novedad de la Sele en los últimos amistosos del año en Asia y Sudamérica.
“Mi amigo se llama Kevin Ruiz, él fue quien no quería venir solo a hacer la prueba a Uruguay de Coronado, de hecho yo no quería ir porque ya me había pasado una historia que no me dejaron en Saprissa, como saben, pero mi mamá (Hellen Leal) me dijo que fuera, que siempre hay otra revancha, me dijo que viniera, le dije que sí y por dicha, gracias a Dios Julio Méndez me dejó”, confesó Allan.
LEA MÁS: Jafet Soto: “La ventaja es ventaja y cuenta”
Esa decisión fue de un día para otro, ni chance para pensarlo mucho tuvo el deportista, su madre lo convenció rápidamente. Algo que agradece Cruz hoy a sus 22 años.
“Me vine y me ha costado mucho, sigo trabajando humilde como mi mamá me enseñó, voy por buen camino y aún me falta mucho por mejorar, vamos poco a poco”, agregó el futbolista.
Allan contó que doña Hellen es la que lo mantiene con los pies en la tierra, no lo deja crecerse aunque todo el país esté hablando de su gran potencial y próspero futuro, además confiesa que está consciente de que le falta mucho que aprender y por eso le saca el jugo a los experimentados del camerino rojiamarillo.
Ya tiene como cinco meses de no ir a su amado Villarreal, en Santa Cruz de Guanacaste. Por eso, como él no puede ir, una gran pelota de su familia se echó el viaje de casi ocho horas de ida y vuelta para irlo a apoyar al al Rosabal Cordero este sábado.
Sin duda, estos son momentos muy emocionales para el futbolista que recuerda como hace unos años su mamá hacía una gran esfuerzo para que estuviera yendo a visitarlos.
LEA MÁS: Heyreel Saravia ilusiona al Herediano
“Extraño a mis amigos, a mi familia, especialmente a mi mamá, las playas, pero es un sacrificio que Dios lo recompensa después. Al principio era difícil porque cada fin de semana que tenía libre me iba para allá y después volvía a entrenar con Uruguay, y la otra semana otro fin libre y me iba, era mucha gastadera de pases, más bien muy agradecido con mi mamá porque ella me daba aunque sea los pases para ir a Villareal”, recordó el volante.
“Ahora cuesta más ir, pero ellos vienen a apoyarme. Antes iba solo con los pases, era tanta la fiebre de ir que hasta me iba sentado en una esquina del bus porque no había ni campo”, señaló.
Cruz dice que sabe que le falta mucho por mejorar y por eso hace trabajo extra. Ni siquiera dice estar pensando en salir a jugar al extranjero porque está concentrado en estas semifinales y porque sabe que Dios lo llevará donde Él crea que es lo mejor.