Lo que bien se aprende, no se olvida y eso lo dejó muy claro este domingo el delantero de Grecia, Allan Alemán.
El exsaprissista, un experto en celebrar triunfos y títulos con los morados en los últimos minutos del partido, desempolvó la receta y le dio los tres puntos a su equipo al anotar el 1-0, ante San Carlos, en el estadio Allen Riggioni.
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Alemán, quien ingresó de cambió, recibió un pase dentro del área por la izquierda, remató de una ante el achique del arquero norteño Marco Madrigal, al que le pegó la pecosa en la pierna, pero el rebote le cayó de nuevo al Súper Ratón, quien está vez si la clavó y puso a festejar a los alajuelenses al minuto 93, cuando más se disfruta ganar y cuando más se sufre perder.
La victoria para los locales tuvo más valor por haber quedado con un jugador menos, al minuto 83, por la roja directa que recibió Jean Carlo Agüero, quien sujetó a Marcos Mena cuando se dirigía con todo frente al marco griego.
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Antes de esa jugada del gol, Alemán había tenido su oportunidad para abrir el marcador, al minuto 77, cuando quedó frente al marco y remató, pero la pecosa la desvió un defensa norteño y alejó el peligro.
Del lado de San Carlos, debemos recalcar que le faltó la pólvora del delantero Álvaro Saborío, quien en la primera parte recibió un pase de cabeza de Mena dentro del área y cabeceó, pero el balón salió por encima del horizontal. Después fue Luis González el que lo intentó con un remate cruzado que pasó frente al marco.
El partido era equilibrado y Grecia tenía destellos, como el pase de Diego Estrada a James Hudson, al 38′, cuando remató de derecha y el portero norteño estuvo atento para desviar el peligro.
Para la segunda parte, de nuevo González puso a trabajar al portero Kevin Ruiz que le tapó un remate que llevaba sello de gol. La salida de Saborío, al 64′, para darle espacio a Juan Vicente Solís le bajó la intensidad a los visitantes y el ingreso de Fabrizio Ronchetti tampoco les ayudó a encontrar el gol de la victoria.
Cuando parecía que el cero a cero sería el resultado final, Alemán aplicó la famosa Saprihora versión griega, para golpear a los norteños, equipo que pelea por clasificar.