La algarabía que despertó el gol que el delantero rojinegro Maalique Foster le clavó el domingo pasado a San Carlos quedó retratado en una imagen del fotógrafo de Alajuelense, Rubén Murillo.
En esa foto de celebración el que más llama la atención no es el anotador, sino Claudio Mora Corrales, un fiebre rojinegro que celebro como si hubiera sido él, el autor de ese pepino.
Mora estaba precisamente en el lugar en el que el jamaiquino decidió ir a celebrar, así que cuando el fiebre, que lucía lentes oscuros, su gorra y chema rojinegra lo vio a la par no dudó en abrazarlo, ya que ese gol les daba tres puntos valiosos con los que podían seguir una semana más de líderes, a tan solo tres jornadas para que finalice la fase regular.
Don Claudio no celebró un gol más, sino que él se metió dentro de la celebración y fue parte de ella gracias a que Maaliquee estalló en júbilo y se les acercó a compartir su alegría, felicidad que dejó a Mora con dolor de garganta por la desgalillada que se pegó cantando el gol a todo pulmón.
“Fue un sentimiento grande el que vivimos porque en ese momento el partido estaba empatado, así que el gol significó recuperar dos puntos que teníamos perdidos y ganar el juego. El jugador se vino exactamente donde yo estaba, por lo que uno se mete en la celebración, uno lo siente, lo disfruta, lo vive”, comentó Mora.
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“Me sentí parte de ese gol por la forma en el que Maalique se identificó con los aficionados que estábamos ahí, fue bonito y muy diferente. Lo sentí como un reconocimiento para mí que tanto he seguido a la Liga, es como si me estuvieran retribuyendo”, agregó este manudazo, de 41 años.
Curiosamente Foster fue a celebrar al área del estadio que se conoce como “Gradería” pero no era el lugar que le correspondía.
“Yo tengo plateas arriba, detrás de donde están los medios de comunicación, ahí tengo dos sillas, pero las uso solo cuando hay un clásico, porque a mí me gusta irme a parar a la malla, ya sea en el centro o por donde ataca la Liga”, confesó Mora.
“Me gusta estar ahí para tener una mejor visión del partido. Además, ese acercamiento me integra más al partido, por lo que lo convertí en una costumbre. Me pongo ahí incluso cuando llueve o cae garúa. Pero no soy solo yo el que lo hace, hay varia gente que llega ah con frecuencia, porque les gusta esa posición”, indicó este liguista de corazón.
Mora, quien es ingeniero en informática y vecino del centro de Aserrí, nunca falta a los juegos en la Catedral, ya que es socio del club desde hace 20 años y le encanta acompañar al equipo especialmente cuando viaja a Pérez Zeledón, Puntarenas o Guápiles.
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La foto
Mora dice que se ha visto en varias fotos en las que sale el jugador está celebrando en la cancha y se ve él detrás, pero que no se comparan como la emoción que vivió en ese momento.
La famosa foto se publicó en las redes sociales de la Liga minutos después de que anotara el caribeño, y a partir de ese momento el día se puso más movido para don Claudio.
“Después de que terminó el partido me empezaron a llover los mensajes, un montón de conocidos escribiéndome sobre la foto. Mi amor por el equipo es tan grande que hasta tengo tatuado el escudo de la Liga en la pantorrila izquierda”, reconoció.
“Sentí que ese triunfo era dedicado a nosotros, fue una alegría muy grande porque celebré con el jugador y se ganó en medio de esas circunstancias, ya que lo que está disputando la Liga es lo más importante, nos ha costado ganar de nuevo el campeonato y ya lo merecemos”, dijo convencido.
Mora confiesa que es así de fiebre porque su padre, Miguel Mora, se lo inculcó desde que estaba chiquitillo.
“En el cuarto tengo una colección bastante amplia de camisetas, también una bandera y una bufanda. Durante un tiempo estuve viajando por asuntos laborales, por lo que una camiseta, una bufanda y una bandera siempre iban conmigo, así que la anduve por Brasil, Chile, Argentina, Colombia, República Dominica, Estados Unidos y Panamá”, recordó.
El ánimo quedó al tope después de semejante experiencia, por lo que Claudio le ve muchísimas posibilidades a la Liga de alcanzar de una vez por todas el título 30, el cual se le ha negado a la institución durante cinco años. El espera que puedan mantener el liderato cunado visiten este domingo al Herediano, a las 6 p. m., en el estadio Eladio Rosabal Cordero.