En el camerino del campeón nacional hay un curioso “idioma” que se coló por la llegada de uno de los refuerzos morados para este torneo.
El “portuñol” (llamamos así a la mezcla de portugués y español) es la forma en la que el brasileño Tassio Maia, más o menos se entiende con sus compañeros.
Cuando a Tassio se le habla despacio y clarito, entiende sin problema y cuando alguna palabrilla se le mete en el medio tiene al defensor Alexánder Robinson para que le sirva de intérprete, dado que habla portugués, idioma que aprendió en el 2014, cuando jugó en el fútbol brasileño.
El problema se da cuando en un partido a grandes revoluciones hay que entenderse a los gritos o hablando de manera rápida, como suele suceder en una mejenga, ahí se entienden por el idioma que lo trajo a Costa Rica, el del fútbol, el que todos los jugadores comprenden cuando saltan a la cancha.
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“En la cancha tengo que estar más atento porque además está el ruido que hace la afición, entonces, es más difícil; sin embargo el ‘fuchibol’ es una lengua universal, con un movimiento te entiendes con un compañero”, explicó portuñol, el mismo idioma que hablan otros en el país como Odir Jacques o Guilherme Farinha.
Este domingo el ánimo del atacante estaba por los cielos, no solo porque consiguió su primer gol con los morados en el duelo ante Guadalupe, sino porque poco a poco va tomando la forma física que necesitaba recuperar y como el mismo nos dijo ya se siente “pura vida”.
A Tassio le falta aprender un poquito más de vocablos ticos, todavía palabras como “tuanis”, “mae” o “compa” no están en su vocabulario, aunque parece cuestión de tiempo porque la oye muy seguido.
“Consigo comprender algunas cosas, de a poquito voy “falando”, (hablando en portugués), ya me acuerdo cómo hablar con algunos compañeros y unas palabras. Todavía me siento un poco como turista, voy aprendiendo", contó entre risas.
En la calle el jugador afirma que ya se ha encontrado uno que otro aficionado que lo saluda y aunque a algunos no les ha entendido mucho, les agradece el apoyo, por eso, cuando anotó su primer gol se fue tirando besos a las gradas como gesto de agradecimiento.
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Colindres “fala un poquinho”
La adaptación no ha sido complicada, dado que Brasil y Costa Rica son países que se le parecen bastante, tanto en la calidez de la gente como en la comida, por lo que no le hace falta el arroz ni los frijoles.
Uno de los jugadores que más lo ha apoyado es el capitán Daniel Colindres, compañero en delantera, de quién Maia nos contó un curioso detalle.
“Colindres es una persona sensacional y hasta “fala un poquinho portugués”, al menos él dice que ”fala" (risas), pero es un gran jugador, me apoya mucho y se ha portado como un amigo", aseguró Maia.
Otro con el que se lleva muy bien es el defensor argentino Alejandro Cabral, quienes pese a ser de países fuertemente rivales en el fútbol, detalle por el que bromean, han hecho buena química afuera de la cancha.
“En el camerino Tano se pone a hablar de Brasil, a cantar canciones contra las brasileños por el fútbol, le da la brincadera y me lo hace al frente, pero todo es broma, acá adentro nos hemos hecho buenos amigos, estamos siempre juntos”, destacó Tassio.
A Maia todavía le queda mucho por demostrar en el Saprissa, su primer gol le ayuda para bajar la presión y demostrar que como un jugador fuerte puede ponerse al servicio del equipo, aunque no sea muy ágil, pero es una opción válida como pivote.
Por otro lado, afuera de la cancha Tassio demostró ser un gigante bastante simpático.