A finales del año pasado, doña Luz María Bolaños González sorprendió a todos con la forma en la que se tomó el hecho de saber que tenía cáncer de mama.
Doña Mimi, como es conocida por sus familiares y amigos, recibió el diagnóstico en el Hospital de Heredia y el día en que se enteró de su enfermedad, se rio delante del doctor y en vez de permitir que esto la arrugara, la hizo tomar impulso y comenzar una intensa lucha contra este padecimiento.
Esta señora, de 68 años, vive al máximo, es senderista y por eso, se hizo el propósito de que una enfermedad no la limitaría.
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“Cuando el doctor me dio el diagnóstico, le dije ‘¿y?’. Por la mente jamás me pasó el hecho de que tuviera cáncer de mama, pero de inmediato dije una burrada, porque así soy yo, me río de la vida.
“Le dije al doctor que por favor me limpiara ambas mamas y que me dejara los pezones listos, porque quería ponerme ahí las fotos de mis hijas, que se alimentaron de mis pechos. El doctor se asombró de mi reacción, porque él me decía que todo el mundo llora o se desmaya, cuando se enteran de la enfermedad y yo era la primera persona que reaccionaba de forma positiva ante esta noticia”, afirmó.
Ejemplar. Esta señora fue cónsul de Costa Rica en Honduras por 15 años y destacó por ser la primera mujer en ocupar un cargo en el Cuerpo Consular. Es madre de dos hijas, Noelia y Miranda y es abuela de tres nietos: Raúl, Nicolás y Mariana.
Activa
Doña Mimi trabajó en la industria del turismo por muchos años y en el 2013 quiso llegar a la cima del cerro Chirripó y ese fue su punto de partida para dedicarse a una de sus más grandes pasiones: el senderismo.
“Siempre he sido muy activa. Cuando era más joven jugué golf, nadé, practiqué la equitación. Me preparé para ir al Chirripó y luego de eso pensé ‘¿ahora qué?’, para algo había entrenado.
“Seguí caminando, buscando grupos y me encanta, a veces voy sábado y domingo, pero se me ha complicado por la salud de mi marido (Adrián Camacho) y espero que pronto pueda volver, porque he conocido varios lugares que son espectaculares”, comentó.
Golpe alertó
La vida de doña Mimi tuvo un giro radical en noviembre del 2022. Un día estaba chineando a su nieta Mariana, quien tiene dos añitos y recibió un golpe en el pecho izquierdo, que le llamó la atención.
Eso hizo que pidiera una mamografía y el examen arrojó resultados inesperados.
“El día que me hice la mamografía me llamaron para que me hiciera otros exámenes y ya uno sospecha que algo pasaba. Todo fue muy rápido y de inmediato me enviaron para la Clínica de Mama del Hospital de Heredia, algo maravilloso, por la calidad de personal que te atiende.
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“De una vez me pusieron en contacto con personal de nutrición, odontología, trabajo social y siento que me atendieron muy rápido, porque mi papá tuvo cáncer en ambas mamas y mi mamá también es sobreviviente de cáncer de mama”, destacó.
Luz recibió 20 sesiones de radioterapia y llevó varias de quimioterapia, las cuales confesó la golpearon al punto de quedar en cama y luego de mes y medio se la eliminaron. Ahora están buscando la forma en que lleve este tratamiento sin que la moleste tanto.
A Mimi no le quitaron los pechos, sino que le hicieron una limpieza muy profunda de las mamas y el 23 de junio anterior, dio el campanazo, que le indicaba que estaba libre de cáncer.
“No me puedo quejar, no siento que tenga cáncer, me van a tener con tratamiento cada seis meses. La gente me pide que me cuide.
“Me duele la mama, pero dicen que es normal, apenas llevo seis meses de operada y no he tenido reposo, he hecho más de la cuenta, pero en la vida todo tiene que seguir normal, por un cáncer no puedo parar”, manifestó.
-¿Cómo la ha apoyado la familia en este proceso?
“Ellos me piden que me cuide más, pero desgraciadamente mi mamá se quebró la cadera en julio y ha sido un ir y venir muy inesperado, mi marido está enfermo.
“Y por eso siento que no tenga enfermedad, porque necesitan más de mí”, destacó.
Lo que sigue
Con autorización de los doctores, esta señora todoterreno ya puede comerse las montañas, pero se hizo una promesa para volver con todo al senderismo y está esperando el momento para retomar una de sus actividades favoritas.
“Un día participé en un programa y me hicieron una invitación para ir a cerro Caballito, en Nicoya, y le di mi palabra al señor de que volvería a las caminatas, pero iniciando en cerro Caballito.
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“Todos los días camino acá por la casa y el primero de octubre participé en la carrera Avon, porque la hacía desde el 2013 por mi mamá, doña Ruth González y ahora la haré por mí”, contó.
Mimi está entrenando para hacer el camino a Santiago de Compostela.
“Necesito pegarme la lotería para tener un mes sabático. En un papel lo tengo todo escrito, día a día, segundo a segundo. Espero salir de Francia y llegar allá y si Dios le da vida a mi marido, espero encontrarme con él, que llegaría en avión”, afirmó.