El Día de Muertos es una de las festividades más esperadas en México, ya que está repleta de sentimiento y tradición.
Como nuestra aventura por tierras mexicanas continúa, no queremos perdernos los destinos más emblemáticos de Guadalajara y sus alrededores.
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Por eso, en esta ocasión, nos dirigimos a Tlaquepaque para conocer más del conocido festival anual que se realiza en este lugar.
En medio de muchos colores, catrinas, artesanías y exposiciones, nos encontramos con una pareja de artistas: Ignacio Cárdenas y su esposa, Brenda López. Ellos son algunos de los apasionados de darles vida y color a quienes deseen transformarse en catrinas o calaveras.
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“Mi esposo con el pincel hace magia. Yo no sé mucho, yo soy como su compinche, pero mi esposo es el mero mero”, contó Brenda a La Teja. Ella se encarga de aplicar la base del maquillaje, mientras que Ignacio añade los diseños y los detalles para lograr un acabado perfecto.
“Tengo entre ocho y nueve años haciendo esto. Soy artesano y nací en Tlaquepaque. Desde pequeño he trabajado el barro, mi papá (quien ya falleció), era de Guanajuato y siempre hemos sido una familia de artesanos”, explicó Nacho.
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Michelle Alpízar, una tica radicada en México, fue una de sus clientas, y rápidamente buscó un diseño que Ignacio pudiera recrear. Primero, él aplicó una base y luego, con sus pinceles, le dio vida a una figura que tiene un profundo significado para los mexicanos.
Nacho comentó que el proceso de maquillaje puede tardar entre 20 y 40 minutos, dependiendo de la complejidad del diseño. Además, destacó que solo realiza estos maquillajes para el desfile del Día de Muertos en Tlaquepaque, que se lleva a cabo desde finales de octubre hasta noviembre.
Don Ignacio mencionó que incluso él se la juega con un solo pincel para recrear las catrinas, pero para ahorrar tiempo, utiliza otros.
Para quitar esta pintura, Cárdenas destacó que solamente se requieren toallitas húmedas o agua. Además, nos comentó que él no se dedica al 100% a este tipo de arte, pues la artesanía es su principal trabajo.
“A mí me da mucha satisfacción cuando empiezo a pintar a una persona y más cuando la termino y se va contenta. Yo me quedo más contento porque, haz de cuenta, cumplí con la labor que negocié con ellos”, señaló el artesano.
Esto es una parte esencial de la festividad, que también incluye desfiles, exposición de altares, presentaciones y ferias gastronómicas, entre otras.