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Cenac: Hagamos un recorrido por el epicentro cultural que tiene un reloj solar desajustado

Desde que se inauguró en 1993, el Cenac se ha posicionado como un complejo dedicado a las artes. A la vez, es un espacio que reúne las edificaciones más antiguas de San José

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El Centro Nacional de Cultura (Cenac) es una de las joyas culturales más representativas de San José. Lo que antes fue el hogar de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal), ahora es un epicentro de múltiples actividades culturales a lo largo del año.

El simple hecho de contemplar la arquitectura de este complejo es motivo suficiente para visitar la capital por un día. Al adentrarse en el Cenac, los visitantes encuentran un espacio dedicado al desarrollo de actividades de interés cultural y artístico.

Este enclave cultural josefino, que alguna vez fue la primera bodega de ron y otros licores del país, alberga diversas instituciones y espacios como el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), la Compañía Nacional de Danza (CND), el Teatro 1887, la Galería 1887, el Anfiteatro Fidel Gamboa y las oficinas del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).

De la Fábrica de Licores a la cultura: Así luce el Cenac

De acuerdo con el libro Centro Nacional de la Cultura. De la Fábrica de Licores a la Cultura, del historiador Carlos Zamora Hernández, la historia del Cenac se remonta a más de un siglo antes de su inauguración.

En 1851, durante el gobierno de Juan Rafael Mora Porras, se estableció la centralización y nacionalización de la producción de licor en el país. El propósito de crear una institución especializada era combatir el contrabando de aguardiente, por lo que originalmente se llamó la Fábrica Nacional de Aguardiente.

Fue hasta casi un siglo después, en 1950, que se decide trasladar la fábrica fuera de la capital, con el fin de erradicar el peligro de su permanencia en el centro de la ciudad.

Según detalla la historia de la Fanal en su sitio oficial, la nueva planta de destilación en Grecia se terminó en 1981 y se trasladó paulatinamente toda la operación de la fábrica hasta completar el proceso en 1996.

En 1994, el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier cedió el espacio al Ministerio de Cultura con el fin de convertirlo en un complejo dedicado a las artes. Por ello, la mayor parte del Cenac reúne algunas de las edificaciones más antiguas de San José.

En las fachadas del Cenac se pueden apreciar edificaciones construidas entre 1853 y 1993. (Rafael Pacheco Granados)

Al ingresar al centro cultural se pueden apreciar elementos históricos como las antiguas calderas de petróleo, las cuales estuvieron en uso hasta 1965, cuando fueron sustituidas por una maquinaria eléctrica.

Aunque antes servía como depósito de la materia prima para la producción del licor, el tanque que una vez tuvo melaza se transformó en un espacio para exposiciones y eventos.

Otra sección notable es el Pabellón Oeste, situado frente al Parque España, que data entre 1853 y 1856. Sus paredes fueron construidas con una mezcla de cal, arena y agua, con techos de tejas de barro sostenidos por vigas y travesaños.

Aquí se encuentra el Portalón de Piedra, la entrada caracterizada por el Escudo Nacional tallado en piedra labrada.

Diagonal al Parque Nacional y a un costado de la Biblioteca Nacional, el pórtico de entrada del Cenac se construyó en piedra labrada en 1884 y se le instaló el Reloj del Sol, esculpido en piedra mollejón con una inscripción en latín que dice “el tiempo es fugaz”.

Para determinar la hora es necesario acercarse a la pieza de mármol que está debajo del reloj. Acá se encuentra la fórmula adecuada para hacer los cálculos, ya que se deben sumar o restar minutos según lo que indica la sombra dependiendo de la época del año.

El reloj de sol se ubica en la pared del tanque de agua del Cenac. A su alrededor se aprecian los 12 signos del zodíaco. (Rafael Pacheco Granados)

Más relacionado con el mundo artístico, se puede hablar sobre el Teatro 1887, el cual lleva su nombre porque precisamente se construyó en ese año. Inicialmente, era una edificación para almacenar el licor compuesto, pero en la década de los años 90 se tomó la decisión de inclinar su piso, instalar butacas y transformarlo en un teatro.

Además, el Teatro de la Danza, que antes se utilizaba como el área de fermentación, levaduras y producción de gas carbónico, es otro de los espacios para las artes escénica. En 1993, se agregaron estructuras básicas de metal para elevar la cubierta e instalar la tramoya.

Finalmente, el MADC es uno de los principales atractivos del Cenac, ya que presenta una amplia variedad de obras de artistas nacionales e internacionales. Este espacio está abierto de martes a sábado de 10 a. m. a 4:50 p. m. y su ingreso tiene un valor de ¢1.800 (general) y ¢1.200 (estudiantes con carné), mientras que los niños menores de 5 años y los adultos mayores no deben pagar entrada.

El Cenac se puede conocer de manera física a través de las visitas guiadas del Ministerio, las cuales recorren sus corredores, pabellones, plazas y anfiteatros. Para reservar, tan solo es necesario contactar al número telefónico 2222-4740.

El Centro Nacional de la Cultura fue declarado patrimonio cultural el 8 de noviembre de 1993.
El Centro Nacional de la Cultura fue declarado patrimonio cultural el 8 de noviembre de 1993. (Archivo)
Sofía  Sánchez Ramírez

Sofía Sánchez Ramírez

Periodista de entretenimiento y cultura en Viva y la Revista Dominical. Graduada como bachiller en Comunicación Social de la Universidad de Costa Rica. Estudiante activa de licenciatura en Comunicación Estratégica en la misma institución. Trabajó para sucesos, últimas horas e internacionales.

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