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Sobre la carretera vieja a Tres Ríos hay una pastelería italiana con una historia que nos hace devolvernos a la época de la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de la Pastelería D’ Angelo, cuyo propietario es un reconocido actor, expresentador de De boca en boca y también chef: Miguel Ángel Grazioso.
Miguel Ángel creó esta pastelería hace tres meses, pero su historia viene de muchísimos años atrás, cuando su bisabuelo, don Guido Donadi, tuvo que migrar de su país natal, Italia, a Costa Rica debido a los estragos de la Segunda Guerra Mundial.
“En 1945 llegó mi bisabuelo a Costa Rica y en 1954 creó la pastelería, que fue la primera y única pastelería italiana pura en el país y fue muy exitosa. Él llegó solo en crucero y alquiló una ventanita en el centro de San José y a los cuatro años se trajo a mi familia, cuando no existía WhatsApp ni teléfonos, era a punta de cartas”, nos contó Miguel.
Cuando La Pastelería Italiana empezó a florecer, don Guido pudo construir una casa sobre la pastelería y se fue ganando el corazón del público costarricense. La pastelería estaba ubicada en el antiguo paseo de los Estudiantes, el actual barrio Chino.
Con el paso del tiempo, el negocio fue administrado por Edda Donadi y Angelo Grazioso, abuelos de Miguel Ángel, que es algo que él tiene muy presente y que conserva con mucho amor, debido a que él nació y creció con esa pastelería.
El talento de Miguel por los pasteles nació de la mano de su abuelo don Angelo y gracias a él es que hoy en día su negocio lleva ese nombre. Fue hasta este año que el actor tuvo la oportunidad de abrir una pastelería exactamente igual, pero en
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“Desde que estaba pequeño siempre he querido tener la pastelería de mis abuelos, cuando cerraron en el 2010, yo dije: algún día la voy a reabrir, y después de tantos años, en el 2024, lo logramos”, mencionó el expresentador del programa del 7, quien estuvo en el espacio apenas por unos días cuando inició.
“Yo heredé todas las recetas de mis abuelos, las heredé en onzas y las pasé a gramos. Tenemos variedad de esos productos y la gente que prueba las cremas pasteleras, personas que conocían La Pastelería Italiana y vienen acá, recuerdan el sabor de antes, el de mis abuelos”, contó Grazioso orgullosamente.
Durante varios años, Miguel se dedicó a la actuación y a la televisión. “Estudié teatro en el Castella y trabajé como actor en el Teatro Nacional, en el Melico Salazar, en la Compañía de Teatro de Costa Rica y fui productor y director de teatro.
“Fui el primer presentador de De Boca en Boca y luego estuve en Giros, como presentador y chef invitado. También estudié Gastronomía y tuve un programa en Multimedios: Fuego Lento con Miguel Ángel y actualmente soy el chef de la Revista Hola es Lola”, comentó el chef.
Miguel pasó de enamorar a sus seguidoras en la televisión para hacerlo en su pastelería, donde usted encontrará productos como el canolli seciliano, que es su producto estrella y que consiste en un cilindro frito con crema de queso ricotta.
En mi caso, yo tenía que probar el famoso canolli y me fascinó, tiene un sabor fresco y un dulce bastante tentador, es uno de los postres que usted no se puede perder si va a esta pastelería y le aseguro que le va a encantar.
Los productos que encontré el día que los visité son: maritozzi, baba al run, zeppole, crostata de crema con frutas, focaccias italianas, brioche con queso ricotta y albahaca y pavlovas de pistachos y de frutos.
Lo ideal es llegar apenas abren para poder disfrutar de los postres antes que se los lleven, porque son frescos y se hacen de momento, por lo que muchas personas hacen fila para llevarse su favorito. Todo se trabaja desde cero y no utilizan premezclas, apuestan por la calidad al 100%.
Los precios son muy cómodos, normalmente están entre los 1.500 colones y los 3.000 colones y usted tendrá garantizado el buen sabor italiano. El horario de momento es de 2 p.m., a 6 p.m. de martes a domingo y puede encontrar esta pastelería en sus redes sociales como D’ Angelo.
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La pastelería se ubica un kilómetro al este de Momentum Pinares, sobre la carretera vieja a Tres Ríos, Cartago. Déjese llevar por la cuchara italiana y no se va a arrepentir.
