Cuando hablamos de comida costarricense inmediatamente pensamos en gallo pinto, un casadito con frijolitos frescos o un delicioso chifrijo con buen chicharrón, pero, ¿qué tal si le ponemos un toque de sabor caribeño a estos platillos?
La Casona de Tiquicia se ubica de la Cruz Roja de Santa Ana, 900 metros al oeste, en Río Oro de Santa Ana.
En el restaurante han creado un menú que tiene lo mejor de los platos tradicionales de los ticos con un toque del Caribe.
Viviana es oriunda de Limón y desde que decidió inaugurar el restaurante junto a su esposo, Ernesto, estuvieron decididos a incorporar la comida caribeña, ya que para ella en el menú no podían faltar las delicias de su provincia.
“Como familia somos amantes de la comida costarricense, yo soy caribeña y tengo esas raíces muy arraigadas, además, aquí en Santa Ana, no había un lugar de comida típica que uno dijera, sin importar la hora se puede ir a comer como si fuera el desayuno, el almuerzo o la cena, es decir, que a cualquier hora estuviera disponible ese menú”, comentó.
Aunque iniciaron la propuesta gastronómica basados en los platos tradicionales han ido creando otros platillos que en La Teja gustosamente probamos.
La comida está buena
El Pintazo es un plato que nombraron los propios clientes del lugar, quienes pedían cambiar el arrocito y los frijolitos por el tradicional gallo pinto.
“Tener un menú tipo brunch, abierto para nuestros clientes, facilitó que pudiéramos nombrar este plato y así incluirlo como una opción más y ponerle este nombre tan particular”, expresó orgullosa.
La Canasta de Camarones viene con unos camaronzotes tropicales que hacen a cualquiera sentirse en el Caribe, ya que se preparan en una salsa caribeña de coco y se sirven en una canasta de plátano muy crujiente. Este es uno de los platos que tiene que darse el gustito de probar.
El Dúo Tico, para quienes están enamorados y no solo de la cocina, es un plato que adecuaron para dos, el cual en pareja se disfruta muy bien.
Consiste en dos guarniciones de gallo pinto, con chicharrón, carne en salsa, natilla, queso, huevos, aguacate y tocineta, de todo un poquito para que no le falte.
Perezosos por todos lados
En el lugar encontrará perezosos por todas partes, eso se debe a que Viviana le tiene un gran cariño a estos animalitos y los llama con cariño Kúkulas, como en su amado Limón.
El lugar es fresco y se acompaña de hermosos árboles naturales que no fueron talados y ahora forman parte de la decoración del restaurante, posee áreas al aire libre y zonas de juegos tanto afuera como bajo techo.
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Juan Gha el famoso caricaturista y muralista dejó las paredes del lugar tan bien retratadas que siente uno que está en Limón rodeado de Kúkulas.
Las lámparas llaman mucho la atención porque son canastos de café y los muebles también son obra de artesanos, ya que tratan de que todo lo que haya en el lugar sea muy tico, al estilo santaneño.
Para mamitas
— Además, este restaurante tiene una sala de lactancia muy particular, en la cual las mamitas pueden sentarse a disfrutar, mientras alimentan a su bebé en un espacio privado.
Los precios van desde los 2500 colones y el plato más caro que tienen es una tablita de carnes para 4 personas por 20.500 colones.
“Tratamos de recibir a todos nuestros clientes con la mejor atención para que todos se sientan como en casa”, dijo Viviana.
¡Lo van a chinear para que se sientan como en casa!