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El chicharrón es la estrella de un restaurante en Heredia, donde se desborda el sabor crujiente en cada uno de sus platillos.. Así que si usted es uno de los que no se puede resistir, quédese a leer todos los detalles para que aproveche y vaya a darse la vuelta.
El lugar que le estamos describiendo es la chicharronera y soda Kale, ubicada en San Francisco de Heredia, detrás del centro comercial Oxígeno, por si anda por la zona y quiere deleitarse con el buen sabor.
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Nos dirigimos hasta ahí para conocer su historia y las múltiples recetas que lo convierten en una parada obligatoria para grandes y pequeños. Lo primero que nos sorprendió fue el extenso menú, ideal para cualquier momento, ya que realmente, tienen de todo.
“Este negocio empezó hace nueve años, como un proyecto familiar; fue una idea que se nos dio con base en otro negocio que teníamos, que eran unas carnicerías y por eso se nos ocurrió lo del chicharrón, que es nuestro fuerte”, nos contó Pablo Sánchez, dueño de la soda.
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Sánchez, quien además es herediano, nos explicó que fueron los mismos clientes quienes les sugirieron incluir diversos platillos, y fue a partir de esas ideas que se fueron sumando opciones al menú.
“Uno de los platillos más fuertes es el chicharrón, que es el plus nuestro, por el precio, el sabor y la calidad que mantenemos. Después tenemos hamburguesas, ravioles, que no se consiguen en muchos lados; caldosas de chicharrón, de carne mechada, de chifrijo, de nachos, etc”, agregó Sánchez.
Desde empanadas, papas Kale (con cerdo), costillas, panzada, casados de chicharrón hasta vigorón, son algunos de los platos, en los que el cerdo es el protagonista; sin embargo, para quienes prefieren otras delicias, con otras carnes, pueden encontrar muchas más alternativas y a precios cómodos.
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En mi caso quería probar el raviol, que es un canelón relleno con carne mechada, que se puede preparar en pan o en tortilla, y va acompañado de repollo y salsas. A mí me encantó; su precio es de 1.415 colones, y es perfecto tanto para un almuerzo como para acompañar un cafecito por la tarde.
También probé unos papanachos con pollo, que me sorprendieron no solo por su exquisito sabor, sino por el tamaño del plato; ni siquiera pude terminármelo y quedé más que satisfecha.
Mayela López, la fotógrafa que me acompañó a la chicharronera, no pudo resistirse y se pidió un inmenso plato de chicharrones. Cuando ya iba por la mitad, me dijo que estaba llena, y es que además de deliciosos, los platos son muy grandes. Maye los describió como muy ricos y se llevó lo que le quedó para cenar.
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Hay unos combos que están buenísimos; por ejemplo, hay uno de un kilo de chicharrón de carne, un cuarto de chicharrón tostado, un paquete de tortillas y un refresco de dos litros por tan solo 11.980 colones, y también hay opciones para dos personas por 7.850 colones, entre otros.
Si a usted le gustan las empanadas de chicharrón, las de aquí son muy recomendadas y tienen un costo de 1.020 colones, mientras que arreglada cuesta 1.245 colones. También hay chichavigorón, similar a una caldosa; el pequeño tiene un valor de 1.810 colones y el grande 2.710 colones.
Las papas Kale, que vienen con carne de cerdo y limoncito, las puede saborear por 2.600 colones, y son ideales para un almuerzo.
“Mantenemos una receta fija, nosotros no variamos el sabor, siempre se cocina exactamente igual. Lo que usted comió hoy, mañana sabe igual. La mayonesa que tenemos es casera”, indicó el dueño.
Pablo señaló que en la zona los buscan mucho porque, en comparación con otros lugares, sus precios son accesibles, lo que atrae a vecinos y personas de otras zonas a disfrutar de las delicias que ofrecen.
“Nos visitan familias, colegiales, universitarios y también brindamos servicios a empresas y zonas francas”, mencionó Sánchez.
Si usted desea visitarlos, puede dirigirse 550 metros al oeste del colegio Manuel Benavides, o bien puede hacer sus pedidos al: 8663-6224. El horario que manejan es de lunes a jueves de 11 a.m., a 8:30 p.m., o viernes y sábados de 11 a.m., a 9 p.m.
