Si hay algo que llena al locutor Jair Cruz es pasar un día con sus hijos.
El comunicador es papá de seis hijos y comentó que cuando logra reunirse con todos, buscan un lugar para ir a comer fuera de San José. Sin embargo, hay un sitio en la capital que les encanta y en el que puede satisfacer los gustos de todos.
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“En Moravia, 50 metros al sur de la biblioteca pública, está Balik House, un restaurante que tiene unos tacos de pescado deliciosos y todo el tempo vamos ahí.
“Además, tiene unos fish and chips (pescado y papas) que les encanta, los tacos de camarón le fascinan a Camila, hay un ceviche llamado Trilogía de Ceviche, que tiene 3 tipos de ceviche y la malanga es buenísima. Al inicio solo ofrecían ceviche, pero ahora están con otros platillos”, comentó.
Orgulloso
Jair es el orgulloso papá de 6 hijos: Jair, María Angélica, Valeria, Fabiana, Camila e Isabella y para este Día del Padre lo único que sabe es que debe estar disponible para ellos a partir del mediodía.
“Creo que lo que más disfruto, y me he dado cuenta, es que siendo más joven no los disfrutaba tanto, porque tenía que trabajar el día de cumpleaños, en Navidad y Semana Santa, y mucho de eso era para sacarlos adelante y ahora tengo mucho tiempo para ellos.
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“Puedo hacer lo que sea, los acompaño a todo lado y por las tardes soy el de la buseta para mis hijos. Me hubiera gustado pasar más tiempo con mis hijas mayores, pero era un sacrificio”, dijo.
Cruz aseguró que se reúne con la muchachada una o dos veces al mes y le encanta conversar con ellos.
“Todos contamos cosas buenas, mis hijos pasan muy ocupados y eso me hace sentirme bien, porque tiene sueños, deseos, proyectos y los van logrando poco a poco.
“Ahora puedo decir que a mis 45 años estoy pensionado, me gusta trabajar, pero trabajo menos que antes, gracias a Dios, y llego a la radio a divertirme, porque me encanta mi trabajo”.
Una decisión
Jair asegura que el estar cerca de sus hijos y vivir su paternidad es una decisión.
“Ser buen o mal papá es una decisión, podría ser el papá que no tuve, o puedo ser el papá que no tuve, yo no podría decir pasar el Día del Padre sin mis hijos, debe ser triste, complicado, doloroso”, dijo.
Sobre cuáles de sus hijos son los más chineadores con él, el locutor confesó que sus hijas son cero cariñosas, odian los besos y los abrazos. Él mismo dice que son como una papa sin sal.
“Jair es el más meloso de todos, me besa, me pregunta si lo quiero”, contó.